

Mauricio Macri retomó protagonismo en la escena política tras un período de bajo perfil y lanzó duras advertencias contra la gestión de Javier Milei. Durante un encuentro con dirigentes del PRO, el exmandatario aseguró que “antes de fin de mes” podrían surgir en Estados Unidos pruebas del caso Libra que pondrían en aprietos a la administración libertaria.
En la reunión, Macri también delineó su plan de reconfiguración del espacio opositor. Instó a “colocar la mayor cantidad de candidatos PRO en las listas” con la mirada puesta en diciembre, cuando –según adelantó– buscará articular con los gobernadores y la vicepresidenta Victoria Villarruel para “construir una derecha seria que condicione a Milei”.
La estrategia contempla el impulso de un interbloque liderado por Juan Schiaretti, respaldado por seis gobernadores y con quien Macri mantiene una relación de larga data. En línea con este armado, el expresidente intensificó contactos con Miguel Pichetto y otros referentes, al tiempo que dejó abierta la posibilidad de un entendimiento con Horacio Rodríguez Larreta en la Ciudad de Buenos Aires.
El cierre de la cumbre dejó, además, un comentario enigmático: un vaticinio de Macri sobre el futuro político de Diego Santilli, que alimentó especulaciones sobre próximos movimientos en el tablero opositor.