viernes 22 de agosto de 2025 - Edición Nº4810

Nacionales | 5 ago 2025

Macri afila su estrategia post Milei

La revancha silenciosa de Macri

El expresidente reapareció con fuerza en la interna del PRO, apuntó contra el gobierno de Milei y anticipó revelaciones explosivas del caso Libra en EE.UU. Apuesta a consolidar un bloque con Schiaretti, gobernadores y Villarruel para condicionar al oficialismo desde una “derecha seria”.


Luego de meses de bajo perfil y tras la derrota del PRO en la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri reapareció con determinación en la cumbre partidaria. Según trascendió, se mostró “más filoso de lo esperado” y con un renovado interés en el ajedrez político nacional. “Le hizo bien tomarse vacaciones”, ironizó uno de los presentes en la reunión.

La jugada central de Macri gira en torno al escándalo del caso Libra, una causa de presunta corrupción financiera que se investiga en Estados Unidos. El exmandatario aseguró que antes de que termine agosto habrá filtraciones de chats y transferencias que “le van a cortar el agrande al Gobierno”. Una advertencia que, en clave política, busca erosionar la imagen de Javier Milei en medio de un contexto cada vez más complejo.

El problema para el oficialismo es que la causa avanza con lentitud en Argentina, bajo la órbita del fiscal Eduardo Taiano. Tal es así que los propios querellantes debieron presionar públicamente para que se actúe.

Pero Macri no solo juega en el plano judicial, también arma en el Congreso. Propuso infiltrar la mayor cantidad de candidatos del PRO en las listas para desde diciembre tejer un bloque opositor potente. La idea es clara: trabajar junto a los seis gobernadores que ya se nuclearon en un espacio propio, con Juan Schiaretti como posible presidente del interbloque, y sumar a Victoria Villarruel, con quien Macri mantiene un vínculo aceitado.

Ese armado busca construir lo que el expresidente definió como una “derecha seria” que condicione a Milei desde adentro del sistema político. La estrategia, de concretarse, marcaría una fractura del actual oficialismo y permitiría al PRO recuperar centralidad sin exponerse abiertamente a una ruptura.

También sorprendió que Macri abrió la puerta a un eventual acuerdo con Horacio Rodríguez Larreta, sugiriendo que podría colocar cuadros propios en la administración porteña a cambio de gobernabilidad. Un gesto de realismo político tras los enfrentamientos que marcaron el final de su gestión como jefe partidario.

Por último, cerró el encuentro con una advertencia críptica sobre Diego Santilli, aunque sin mayores precisiones, lo que dejó un aire de tensión latente en el espacio.

El regreso de Macri no es ruidoso, pero sí quirúrgico. Apuesta a los tiempos largos, al desgaste institucional y a las internas políticas para volver al centro del tablero sin presentarse como líder, pero con el control detrás de escena.

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