lunes 18 de agosto de 2025 - Edición Nº4806

Provincias | 6 ago 2025

Entre Ríos bajo la lupa

Un enfermero y ex concejal condenado por abuso sexual

El ex concejal y enfermero Diego Iván Zapata, condenado por abuso sexual a menores, será cesanteado por el Gobierno de Entre Ríos tras confirmarse su sentencia. Su caso expone las fallas del sistema público provincial en el control de agentes con causas penales. En paralelo, una empleada municipal de Nogoyá denuncia abuso sexual y acoso laboral, señalando impunidad entre funcionarios.


La provincia de Entre Ríos enfrenta una grave situación institucional con dos casos que exponen las falencias del sistema público ante situaciones de violencia sexual y abuso de poder.

El más resonante es el del ex concejal y enfermero Diego Iván Zapata, quien fue condenado a 13 años de prisión por abuso sexual gravemente ultrajante y promoción a la corrupción de menores. El hecho fue confirmado por la Justicia entrerriana, que rechazó todos los recursos presentados por su defensa, dejando la condena firme desde noviembre de 2024.

A pesar de la gravedad del delito, Zapata siguió vinculado al Ministerio de Salud provincial hasta hace poco. Trabajaba en el Hospital San Roque de Rosario del Tala y había solicitado un traslado al Hospital Luis A. Ellerman, mientras cumplía prisión preventiva con salidas laborales. Este hecho motivó la intervención directa del gobernador Rogelio Frigerio y del ministro de Salud, Daniel Blanzaco, quienes ordenaron la apertura de un sumario administrativo como paso previo a su cesantía definitiva.

La medida se ampara en el Artículo 71° Inciso f) de la Ley 9755, que permite cesantear a empleados públicos condenados por delitos dolosos que afecten el prestigio de la función, aun cuando no estén vinculados directamente a la administración pública. Según registros oficiales, Zapata recibió el 50% de su sueldo entre julio de 2022 y enero de 2023, hasta que sus haberes fueron suspendidos.

Simultáneamente, otra situación de violencia institucional sacude a la provincia. Una trabajadora municipal de Nogoyá denunció a dos funcionarios del área de Rentas por acoso y abuso sexual en el lugar de trabajo. El caso, aún sin traslado formal a la Justicia Penal, fue presentado ante Recursos Humanos y detalla hostigamiento verbal, físico y amenazas de despido. Como represalia, la mujer fue trasladada de tareas administrativas a control de estacionamiento medido, percibiendo apenas $3.000 diarios por una jornada de ocho horas.

Ambos casos revelan una matriz común: la persistencia de estructuras estatales que protegen o demoran sanciones a agresores denunciados o condenados, lo que pone en crisis la confianza ciudadana en el sistema público

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