

La vicegobernadora bonaerense Verónica Magario, también primera candidata a diputada por la Tercera Sección Electoral, generó un fuerte sacudón en la interna del oficialismo al cuestionar duramente los cambios en los lugares de votación implementados para las elecciones del 7 de septiembre y el 26 de octubre.
Durante una entrevista en Radio 10, Magario calificó de “nefastos” los cambios realizados por la Junta Nacional Electoral, y sugirió que podrían confundir intencionalmente al electorado. “Han cambiado a todas las personas de la escuela donde tradicionalmente iban a votar”, denunció, y apuntó particularmente a que esa modificación se profundizó en La Matanza, un bastión clave del peronismo, lo que alimentó suspicacias dentro del espacio.
Estas declaraciones impactaron de lleno en el discurso oficial del gobierno provincial. Horas antes, el ministro de Gobierno, Carlos Bianco, había defendido públicamente el procedimiento, destacando un “trabajo muy profundo” de la justicia electoral, que incluso utilizó inteligencia artificial para reorganizar la asignación de votantes a las escuelas “con el objetivo de que puedan votar más cerca de sus domicilios”.
La contradicción expone tensiones dentro de Fuerza Patria, especialmente entre sectores que vienen criticando las decisiones estratégicas del gobernador Axel Kicillof, como el desdoblamiento de las elecciones provinciales respecto de las nacionales. Estas tensiones se vieron amplificadas en las últimas horas en una reunión en San Vicente, donde varios dirigentes advirtieron sobre el riesgo de una “baja participación electoral”.
El cruce entre Magario y Bianco deja en evidencia que la gestión del calendario y la logística electoral se ha convertido en un nuevo frente de conflicto dentro del oficialismo bonaerense, con posibles consecuencias en la dinámica política y electoral de septiembre.