

La causa del fentanilo contaminado, que mató a por lo menos 76 pacientes, gran cantidad de ellos en el Hospital Italiano de La Plata, acaba de dar un vuelco fundamental en busca de potenciar la estrategia de victimización del director del mencionado nosocomio, Cav. Prof. Dr. Roberto D. Martínez, alias "Doctor Fentanilo", que se presentó como querellante y a quien se lo vio visiblemente nervioso retirando carteles que los familiares de las víctimas pusieron en el frente del hospital ubicado en 51 entre 29 y 30 de la ciudad de las diagonales.
Es muy llamativo que el juez federal de La Plata, Ernesto Kreplak, se hiciera cargo de la investigación y en tiempo récord, sin profundizar en una investigación, aceptó como particular damnificado al grupo empresario que administra el Hospital Italiano platense.
De esta manera, en menos de dos meses el juez avaló la teoría del director del nosocomio, Roberto Martínez, quien busca confirmar que fue engañado por el lote de medicación que llegó desde el laboratorio, para eludir cualquier responsabilidad jurídica sobre el fatal desenlace.
¿Actuó correctamente el equipo de Infexctología del Hospital Italiano de La Plata ante los primeros casos que se detectaron en la Terapia Intensiva en los meses de marzo y abril?
¿Por qué no se cerró la Terapia y se evitó seguir utilizando fentanino en otros pacientes, cuando se habían detectado tres personas con síntomas similares en el mismo lugar?
¿Es correcto que en menos de dos meses de iniciarse la primera demanda, un juez federal, que es el hermano del ministro de Salud de la Provincia en la que estalló la tragedia, se haga cargo del caso y tome como querellante al hospital en un abrir y cerrar de ojos en lugar de investigarlo?
Son todas preguntas cuyas respuestas pueden convertirse en la punta de un ovillo plagado de relaciones sospechosas, promesas de dinero y hasta postulaciones a cargos públicos por parte de médicos y empresarios de la salud.
El director del Hospital Italiano de La Plata, mantendría un estrecho y sospechoso vínculo de cercanía y afinidad con Nicolás Kreplak, el actual ministro de Salud de la Provincia que gobierna Axel Kicillof, cuya sede en La Pata está a pocas cuadras del centro asistencial donde ocurrió la peor tragedia santiria privada de la historia reciente en PBA.
El Cav. Prof. Dr. Roberto D. Martínez y el Hospital Italiano de La Plata, se habrían desprendido y tomado distancia de un grupo empresarial que administraría varias clínicas y sanatorios privados de La Plata y que responden a la Asociación de Clínicas y Sanatorios Privados de la Provincia de Buenos Aires (ACLIBA) a comienzos de 2023.
Esta maniobra habría tenido como objetivo obtener mayores beneficios por parte del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, que desde la asunción de Nicolás Kreplak (luego de la salida de Daniel Gollán en 2021), empezó a a presionar a los sanatorios privados de La Plata para aceptar y recibir pacientes del Instituto Obra Médica Asistencial (IOMA), la Obra Social de la Provincia.
En la ciudad de La Plata, un alto porcentaje de la población trabaja como empleado en el Estado provincial. Son cientos de miles los vecinos que usan IOMA y pretenden atenderse en los mejores lugares de la medicina privada, ya que la salud pública bonaerense pasa por el peor momento desde la llegada de la democracia, dado la dasastrosa gestión de Kicillof y Kreplak, más dedicados a los negocios turbios en materia de salud, que a una atención correcta de las necesidades de los millones de bonaerenses condenados al sistema público sanitario.
Las clínicas y sanatorios privados no dan abasto para contener tanta demanda. Es por eso que se fue gestando una política de “apriete” y ahogo económico para terminar interviniendo de forma indirecta a algunos sanatorios privados, como ocurrió con la Clínica del Niño y la Familia de Mar del Plata.
Poco tiempo atrás, esa institución estaba a punto de quebrar y desde el Ministerio de Salud bonaerense acercaron los fondos para eludir el proceso de quiebra. Fue así que se pudo pagar la deuda con los acreedores, pero a cambio comenzó un proceso de “administración y supervización de fondos de una institución", que siguió siendo privada pero con la descarada manipulación de Nicolás Kreplak y Axel Kicillof.
Según se pudo reconstruir con una investigación periodística del portal VisionPolitica.info, los impiadosos funcionarios provinciales aportaban los fondos para seguir subsistiendo y hasta para expandirse y crecer, a cambio de recibir pacientes de IOMA en cualquier momento del año. Incluso en temporada de verano cuando cientos de bonaerenses suelen ir de vacaciones a Mar del Plata y en caso de sufrir un percance eligen una clínica privada antes que un hospital público.
Esto incluye las intervenciones quirúrgicas y asistencia de alta complejidad, para las cuales el Ministerio de Salud se encarga de otorgar los fondos para que las clínicas “amigas de Kreplak” puedan comprar nuevos equipamientos y a cambio aceptar las condiciones que impone el Ministerio para seguir trabajando.
En La Plata se lo conoce como el "método cubano” que impulsa Homero Giles, el director de IOMA que nació en Corrientes, pero que luego se fue a vivir a Cuba, donde se especializó y obtuvo gran parte a las artes y oficios con que hoy maneja la obra social de los bonaerenses. Se trata de una intervención encubierta de un sector del Estado a un organismo privado que no llega a pagar sus sueldos o mantenerse en pie.
Para auditar la Clínica del Niño y la Familia de Mar del Plata, el Ministerio de Salud nombró al director del Hospital Italiano de La Plata, Roberto Martínez, quien recibiría un sueldo de más de 50 millones de pesos mensuales para cumplir con ese trabajo junto a un equipo de auditores que tiene a cargo. El método se repetiría con otros sanatorios privados de Tandil que atravesaron la misma situación que la clínica marplatense.
Por trabajar a la par del Ministro de Salud bonaerense, auditando a las clínicas a las que ayudó la cartera de Nicolás Kreplak, Roberto Martínez se fue nutriendo de una serie de manejos e información calificada que podría comprometer al Ministerio que encabeza el menor de los hermanos Kreplak.
De allí que el juez Federal de La Plata, Ernesto Kreplak, habría aceptado en tiempo récord la postulación de particular damnificado, sin investigar las razones por las cuales no se cerró la Terapia Intensiva del Hospital Italiano a tiempo y se continuó inyectando el Fentanilo a pacientes que concurrían a ese centro asistencial de alto rango económico.
En el ámbito de la medicina de La Plata, es un secreto a voces que se cometieron imprudencias en la atención dentro del Hospital Italiano, al margen de la falta de control de la medicación que se compró en el laboratorio HPL Farma de Ramallo, que está siendo investigado por la entrega de lotes contaminados de esa droga.