

A un mes de las elecciones del 7 de septiembre, la provincia de Buenos Aires vive una de las campañas más fragmentadas de los últimos años. Según la Junta Electoral Bonaerense, 63 fuerzas políticas están habilitadas para competir, entre ellas 7 alianzas y 6 partidos con presencia en las ocho secciones electorales. El resto se presenta a nivel vecinal en 38 municipios.
En juego hay 2.717 cargos —1.567 titulares y 1.150 suplentes— que incluyen la renovación de la mitad de ambas cámaras provinciales: 46 diputados en la Segunda, Tercera, Sexta y Octava sección, y 23 senadores en la Primera, Cuarta, Quinta y Séptima. También se renovarán concejos deliberantes y consejos escolares en todos los municipios.
Entre las fuerzas con cobertura total se destacan Fuerza Patria, alianza que une al gobernador Axel Kicillof, La Cámpora y el Frente Renovador; La Libertad Avanza junto al PRO; Potencia; Es Con Vos Es Con Nosotros; el Frente de Izquierda de los Trabajadores (FIT); Unión y Libertad; y Unión Liberal. En partidos provinciales, figuran el Movimiento Avanzada Socialista (MAS), el Frente Patriota Federal, Tiempo de Todos, Construyendo Porvenir, el Partido Libertario y Valores Republicanos.
La interna más visible se da en Fuerza Patria, que logró unidad formal en las listas provinciales, pero enfrenta divisiones en distritos como Ituzaingó, Morón, General Pueyrredón y Coronel Suárez, donde sectores del kicillofismo y La Cámpora compiten con boletas propias.
En paralelo, La Libertad Avanza–PRO sumó 12 intendentes y figuras de peso como Diego Valenzuela (Primera Sección) y Guillermo Montenegro (Quinta). Otro espacio emergente es Somos Buenos Aires, que reúne radicales, peronistas no kirchneristas y vecinalistas, con el apoyo de 30 intendentes.
A nivel local, 44 fuerzas vecinales disputarán el poder, seis de ellas respaldadas por sus intendentes en funciones, evidenciando un mapa político marcado por la fragmentación, las alianzas tácticas y la búsqueda de control territorial