

El PRO, históricamente uno de los partidos más fuertes dentro de la coalición opositora en Argentina, atraviesa una de sus crisis más profundas tras las recientes derrotas electorales y la controversial alianza política con La Libertad Avanza (LLA), liderada por Javier Milei. En este contexto, Diego Guelar, exembajador en China, Unión Europea y Brasil y actual candidato a senador por la Ucedé, no dudó en responsabilizar directamente a Mauricio Macri por lo que calificó como "el último clavo al cajón" del partido amarillo.
Guelar calificó a Macri con duros epítetos, señalando que el expresidente habría perdido el rumbo al decidir sellar una alianza con el espacio libertario, generando así una fractura interna que debilita al PRO. En sus palabras, Macri desaprovechó una oportunidad histórica comparable a la que tuvieron figuras como Juan Domingo Perón e Hipólito Yrigoyen, cuando lideraron transformaciones decisivas en el país. Esta comparación subraya la magnitud que, para Guelar, tuvo el fracaso del exmandatario.
El exfuncionario se mostró desconcertado ante las motivaciones que llevaron a Macri a tomar esta decisión y planteó interrogantes sobre su salud mental o posibles intereses personales detrás de la alianza, manifestando que “habrá hecho un negocio personal, no sé. Se quebró”. Además, reconoció su propia responsabilidad en la crisis, dado que en los últimos meses pidió una interna abierta en Juntos por el Cambio que nunca se concretó.
La tensión en el PRO no es exclusiva de Guelar. Otros exdirigentes como Horacio Rodríguez Larreta, quien abandonó el partido para competir con una lista propia en la Ciudad de Buenos Aires, y María Eugenia Vidal, expresidenta bonaerense, también criticaron la decisión de fusionarse con LLA, calificándola como negativa para el partido, la ciudadanía y el país. Vidal destacó la necesidad de construir un proyecto político "post-mileísta" basado en oportunidades reales y no en la confrontación.
Macri, por su parte, defendió la alianza argumentando que responde a un "cambio que está en marcha" en Argentina y que la prioridad es unir fuerzas para representar a la sociedad. Sin embargo, el gesto de resignar el uso del color amarillo en el frente electoral y permitir que la lista lleve el nombre de La Libertad Avanza simboliza el costo político que implicó esta decisión para el PRO.
En síntesis, el duro enfrentamiento verbal y político entre figuras emblemáticas del PRO refleja una crisis interna que pone en jaque la identidad y futuro del partido. La disputa gira en torno a cómo interpretar y responder a los cambios políticos y sociales que experimenta el país, y muestra que la alianza con LLA, lejos de unir, generó profundas divisiones que todavía están lejos de resolverse