

En Chubut, la disputa política de cara a las elecciones de octubre tiene un protagonista claro: la estructura que impulsa el gobernador Ignacio “Nacho” Torres, quien apuesta a consolidar su espacio Despierta Chubut, integrado por sectores del PRO, radicalismo, PACH y nuevos actores provinciales como Familia Chubutense. Torres, con alta imagen positiva, rechaza una alianza con La Libertad Avanza, defendiendo la necesidad de un espacio republicano y federal alejado de la lógica pendular entre el kirchnerismo y el oficialismo nacional.
El peronismo, por su parte, vivió un hecho inusual: después de más de 20 años, recurrió a una interna para definir candidaturas. El exintendente de Comodoro Rivadavia y exrival de Torres, Juan Pablo Luque, se impuso encabezando la lista Unidos Podemos, acompañado por Lorena Elisaincin. Sin embargo, el resultado dejó fisuras, con dirigentes como Dante Bowen cuestionando la legitimidad del triunfo.
En LLA, el panorama es aún más caótico. El diputado César Treffinger, referente provincial y cercano a Casa Rosada, enfrenta dificultades para ordenar al espacio, en medio de denuncias cruzadas, renuncias y divisiones internas. El conflicto escaló con la denuncia por amenazas que Treffinger presentó contra el periodista y precandidato Ricardo Bustos, episodio que incluso recibió la atención de Javier Milei en redes sociales.
Con dos bancas en Diputados en juego y sin renovación de senadurías, la campaña en Chubut se perfila como un pulso directo entre una estructura oficialista consolidada y dos oposiciones que intentan recomponerse contrarreloj para dar batalla