

La reciente designación de Bryan Mayer como director de Desarrollo de las Capacidades Institucionales del CIPDH despertó fuertes críticas en el ámbito de los derechos humanos. Este organismo, que depende del Archivo Nacional de la Memoria y del museo de la exESMA, espacios que preservan la memoria de la dictadura, quedó vinculado a un funcionario que ha calificado públicamente a las víctimas del terrorismo de Estado como “terroristas”.
Mayer saltó a la escena pública en 2023 al cuestionar la proyección de Argentina, 1985 en el Colegio Militar, generando respaldo político de la entonces candidata a vicepresidenta Victoria Villarruel y críticas del exministro de Cultura Tristán Bauer. En otras ocasiones, defendió a represores encarcelados, asociando a quienes se oponían a su discurso con los “terroristas que pretendieron el comunismo”.
En sus antecedentes, Mayer se presenta como periodista, corresponsal de guerra, exalumno del Liceo Militar General Belgrano y estudiante de Ciencia Política en la UBA. Ha tenido participación política como candidato a convencional constituyente y se ha vinculado públicamente con figuras como Javier Milei y Patricia Bullrich.
Su llegada al CIPDH, bajo la conducción de Ana Belén Mármora, coincide con la reorganización del organismo tras la degradación de la Secretaría de Derechos Humanos a subsecretaría en mayo, dejando en sus manos el Archivo Nacional de la Memoria y el museo de la exESMA, construidos a partir de los testimonios de sobrevivientes de la dictadura. La designación de Mayer plantea un fuerte debate sobre la preservación de la memoria histórica y la defensa de los derechos humanos en Argentina.