

El tiro por elevación de Kirchnerito a Julio Alak, intendente de La Plata, cuando dijo en su discursito "qué linda está La Plata; ojalá el gobernador ponga en Quilmes los mismos recursos que en la capital bonaerense", no fue casual.
Luego de las elecciones nacionales legislativas del 26 de octubre 2025, arranca la larga y tediosa campaña por la sucesión de Kicillof. Mayra Mendoza será la candidata segura de La Cámpora, mientras que Julio Alak es el mejor exponente que pueden ofrecer las filas axelistas para 2027 y un mimado de Cristina. Máximo lo sabe y opera en consecuencia...
En una sola jornada, la intendenta Mayra Mendoza se paró junto a Axel Kicillof para abrir la nueva Alcaldía Departamental, y horas antes acompañó a Máximo Kirchner en la inauguración del Polideportivo “Diego Armando Maradona”.
Los gestos paralelos representan la doble vara del peronismo bonaerense, que por un lado reivindica la gestión y por el otro activa la narrativa militante. Quilmes queda en medio del reacomodamiento del liderazgo.
Quilmes vivió una jornada cargada de simbolismo: primero, la intendenta Mayra Mendoza, acompañada por Máximo Kirchner y Jorge Taiana, abrió el Polideportivo “Diego Armando Maradona”, un complejo en Quilmes Oeste que resalta la impronta militante del proyecto.
Allí, Kirchner atacó a los medios y llamó a la militancia para “custodiar la voluntad popular”, mientras Taiana agregó que la obra fue posible pese al “freno de la obra pública” por parte del gobierno nacional.
En una misma jornada, Mayra Mendoza acompañó a Máximo Kirchner para abrir un polideportivo, y más tarde a Axel Kicillof para inaugurar la nueva Alcaldía Departamental en Quilmes. Un claro reflejo del reacomodamiento interno en el peronismo bonaerense entre militancia ciudadana y gestión institucional.
Mendoza puso en valor la gestión municipal y destacó a su candidata, Cecilia Soler, en plena campaña por la Tercera Sección Electoral.
Horas más tarde, Mayra volvió a subir al escenario, aunque esta vez junto a Axel Kicillof, para inaugurar la Alcaldía Departamental, una obra clave para reforzar la seguridad operativa en Quilmes.
El gobernador advirtió que el presidente Milei frenó fondos nacionales estratégicos, describió el avance penitenciario —más de 8.400 plazas nuevas— y expresó que el único obstáculo es el gobierno nacional.
Los dos eventos representan polos diferentes del peronismo bonaerense:
Con Máximo, se tensiona desde el discurso y la identidad política militante.
Con Kicillof, se muestra capacidad de gestión y resultados concretos en seguridad e infraestructura.
Quilmes, con Mendoza en el centro, emerge como laboratorio del reacomodamiento: capacidad de integrar ambos espacios internos sin definiciones rotundas, pero también una señal clara de que las tensiones persisten en el liderazgo peronista de la provincia.
El distrito, históricamente clave para el peronismo, vuelve a ser eje en la discusión sobre el liderazgo futuro.
Con Máximo, Mendoza reafirma la filiación con la renovada estructura kirchnerista que la impulsó.
Con Kicillof, muestra alineamiento con la gestión provincial y capacidad de resultados.
Este doble alineamiento posiciona a Mayra como estratega local con poder: habla para distintos sectores sin perder protagonismo territorial.
Máximo Kirchner: estilo combativo y reivindicación política. Aparece como referente de la militancia activa.
Axel Kicillof: eje de gestión e institucionalidad, sostén técnico de la fuerza.
Mayra Mendoza: puente vivo entre ambos, consolidando Quilmes como base de disputa y equilibrio.
Cecilia Soler: candidata por Quilmes, reflejo del armado local y continuidad política.
Queda claro: el peronismo bonaerense exhibe una interna sin formalismos que se expresa con gestos públicos en Quilmes.