

Brandsen, una ciudad pequeña de la poderosa Tercera Sección Electoral y vecina a La Plata, fue escenario del inicio formal de una cruda interna que mira apurada hacia 2027, librada por La Cámpora y el Kicillofismo.
Si así empieza en un distrito tranquilo y casi rural, es alarmante pensar en lo que podría ocurrir en La Matanza, Lomas, Quilmes, San Martín, Moreno o Mar del Plata, por citar solo algunos de los municipios donde impera históricamente la ferocidad militante.
Un tenso episodio político generó repercusión en redes sociales y en la agenda provincial: el intendente de Brandsen Fernando Raitelli, identificado con La Cámpora, y el concejal Lucas Bronicardi, referente del espacio de Axel Kicillof, protagonizaron un fuerte cruce en plena vía pública.
El hecho ocurrió el último jueves por la tarde, en medio de la descarga de alimentos enviados por la provincia de Buenos Aires, y rápidamente se viralizó en videos compartidos en distintas plataformas de redes sociales de Brandsen.
Según las imágenes y relatos que circularon, la discusión comenzó cuando una empleada municipal sacó fotos de la descarga de mercadería en un local partidario. Bronicardi cuestionó esa acción y, de acuerdo con su relato posterior en redes sociales, el intendente lo habría increpado y empujado. “Esta persecución la vengo padeciendo hace meses”, escribió el concejal en su perfil.
Raitelli, por su parte, negó cualquier agresión. En un video difundido luego del incidente explicó que observó un camión “mal estacionado en el centro de la ciudad descargando mercadería vinculada a Bronicardi” y que, cuando se acercó a dialogar, fue increpado por el concejal y militantes de su sector. “No hubo heridos ni golpes de puño porque un militante de su mismo espacio evitó que me pegaran”, afirmó, y agregó que realizó la denuncia penal correspondiente.