¿Se viene una renuncia que puede sacudir al gobierno de Javier Milei? Todo indica que sí. Gerardo Werthein, actual canciller, le comunicó al presidente que si Santiago Caputo se suma al gabinete tras las elecciones del domingo, prefiere dar un paso al costado. La noticia genera un clima de incertidumbre que promete cambios fuertes en los próximos días.

El propio Milei había confirmado el viernes en una entrevista con La Nación + que Caputo podría asumir un cargo clave dentro del gobierno como parte de un proceso de “oxigenación” postelecciones. Pero la confirmación no cayó bien: Werthein dejó en claro que no se trata de un conflicto personal, sino de diferencias de proyecto.

Esta potencial salida sería un golpe duro para Milei, quien perdería a uno de sus pocos ministros con peso propio, reconocido dentro del círculo rojo de la Argentina. La Cancillería, históricamente estratégica, se vería así en el ojo de la tormenta, justo cuando Caputo busca colocar a funcionarios de confianza, aunque hasta ahora solo cuenta con Nahuel Sotelo, secretario de Culto.

La tensión interna también se vio reflejada en las redes. Werthein quedó bajo fuego luego de la accidentada reunión con Trump en la Casa Blanca. Los trolls vinculados a Caputo, encabezados por el Gordo Dan, lo criticaron por supuestamente confundir las elecciones de medio término con las presidenciales, algo que el propio Trump desmintió con un tuit aclaratorio. El canciller respondió que no podía ocuparse de la opinión de un “tuitero” y felicitó al equipo de la embajada argentina en Estados Unidos por su trabajo.

El escenario se complica aún más con la política de alianzas. Según fuentes consultadas, en una eventual negociación postelecciones con el PRO, Macri buscaría colocar a Federico Pinedo como ministro de Relaciones Exteriores. Esto podría cruzarse con los planes de Caputo, que ya dejó comentarios públicos mostrando su desacuerdo con injerencias externas en el gabinete.

Si Werthein finalmente decide presentar su renuncia, la gestión de Milei deberá reconfigurar no solo la Cancillería sino también la estrategia política frente a aliados y adversarios. La incógnita sobre quién asumiría el cargo y cómo se reorganizarían las piezas del gabinete mantiene en vilo a propios y ajenos, dejando un panorama abierto que promete novedades en los próximos días.

Mientras tanto, la atención se centra en las elecciones del domingo y en la reacción de Javier Milei ante esta presión interna. La tensión entre Werthein y Caputo marca un punto clave: decisiones de gabinete que podrían redefinir la gestión del presidente y el rumbo de la política exterior argentina.