

¿Todo listo para el domingo 26 de octubre? Lo que pase ese día no solo marcará quién gana en las urnas: también definirá la gobernabilidad de los próximos años y la confianza del mercado en la Argentina. En los últimos días, el país se mueve entre dólares que suben, bonos que bajan y expectativas de inversores, mientras las consultoras evalúan cada detalle del escenario político y económico.
Para el presidente Javier Milei, estas elecciones intermedias tienen sabor a presidencial. No se trata solo de ganar algunas bancas: es asegurar poder de veto y mantener la influencia política necesaria para implementar su programa económico. En caso de derrota, incluso mínima, el Gobierno debe conservar un tercio de las cámaras para impedir que la oposición bloquee sus proyectos.
El mercado siente la incertidumbre. El dólar no se frena, los bonos de deuda bajan y los inversores buscan refugio en dólares ante cualquier señal de desequilibrio. La intervención del Tesoro de EEUU y la ayuda del FMI muestran que la comunidad internacional está atenta al resultado electoral y a la capacidad del Gobierno de mantener estabilidad.
Según consultoras como EconViews, el verdadero desafío no es solo el resultado del domingo: es la gobernabilidad posterior. El informe destaca que el oficialismo necesita asegurar al menos un tercio de las cámaras y recalibrar políticas económicas para pasar de la estabilización al crecimiento. La política y la economía se cruzan: la derrota en provincias clave y errores en la política monetaria influyen directamente en la confianza de inversores y en el comportamiento del dólar.
Por su parte, FMyA observa que la economía llega a las elecciones con la macro estabilizada, pero con microsectores aún en tensión. Su escenario base: el Gobierno alcanza alrededor del 35%, logra el poder de veto y ajusta el sistema cambiario, lo que permitiría acumular reservas y relanzar su programa económico hacia 2026-2027.
La consultora F2 agrega que el sendero cambiario depende del apoyo externo, especialmente de EEUU, y de la capacidad de Javier Milei de mantener acuerdos políticos y económicos sólidos. Mientras tanto, Inversiones Pergamino explica que el verdadero indicador no es solo la elección: es la habilidad del Gobierno de gobernar después del 26 de octubre, mantener el veto y construir confianza política y financiera.
En pocas palabras, el 26 de octubre marcará más que un resultado electoral: será el punto de partida de la segunda temporada de gobernabilidad argentina. La semana que resta se jugará con incertidumbre, pero también con oportunidades. Lo que haga el Gobierno y cómo interprete los votos definirá si podrá estabilizar el mercado, fortalecer la economía y relanzar su plan, o si quedará atrapado en los mismos desafíos que arrastra desde hace meses.