¿Qué pasó realmente este domingo electoral? La sorpresa, las victorias inesperadas y las derrotas que nadie esperaba siguen dando que hablar. Los análisis recién comienzan, pero ya se pueden marcar los claros ganadores y perdedores de la jornada.
El presidente Javier Milei fue el protagonista absoluto. Su estrategia de apostar al violeta puro y a candidatos desconocidos dio resultado. Su hermana y secretaria General, Karina Milei, también destacó por su papel clave en la organización de la campaña. Entre otros ganadores, aparecen Diego Santilli, que remontó una campaña complicada, y Patricia Bullrich, que superó el 50% pese a una campaña en solitario.

Además, algunos referentes del oficialismo que trabajaron en silencio salieron fortalecidos. Gobernadores como Rogelio Frigerio (Entre Ríos) y ministros como Sandra Pettovello ayudaron a consolidar la gobernabilidad tras los resultados.
Por el lado de los perdedores, el peronismo bonaerense fue el que más sufrió. En menos de 50 días pasó de una victoria arrolladora a una derrota sorpresiva en su propia casa. Aunque algunos destacan que el PJ nacional mantuvo bancas y porcentajes importantes, la caída en la provincia más grande del país evidencia debilidad y reaviva tensiones internas.
También quedó golpeado Provincias Unidas, el bloque de gobernadores que buscaba competir fuera de los polos tradicionales. Solo lograron una victoria y en muchas provincias quedaron terceros. En Buenos Aires, por ejemplo, Florencio Randazzo terminó quinto detrás de Fernando Burlando, marcando la dificultad de los terceros espacios para pelear en la polarización actual.
Los analistas coinciden: entre los grandes ganadores de este domingo electoral están Javier y Karina Milei, Santilli y Bullrich. Su éxito refleja estrategias claras, alianzas políticas calculadas y, en algunos casos, la capacidad de superar campañas difíciles. Además, la Boleta Única de Papel ayudó a que las estructuras provinciales tradicionales perdieran peso, favoreciendo a los candidatos sorpresa.
Entre los perdedores, además de los gobernadores opositores y los terceros espacios, se encuentra Axel Kicillof, que no pudo sostener el triunfo en la provincia de Buenos Aires. Esto impacta en su liderazgo de cara a futuras elecciones. El peronismo, en términos generales, sigue siendo competitivo, pero el golpe del domingo electoral muestra que necesita construir una alternativa más convincente para sumar mayorías.
En conclusión, este domingo electoral dejó un mapa político más polarizado que nunca. Los libertarios consolidaron su lugar, el kirchnerismo enfrentó tropiezos importantes y los terceros espacios tuvieron que replantear su estrategia. Lo que viene ahora promete ser decisivo: acuerdos, definiciones y nuevas jugadas que marcarán el rumbo de la política argentina en los próximos meses.