¿Qué significan realmente los resultados de las últimas elecciones legislativas para los argentinos? La Conferencia Episcopal Argentina no tardó en dar su mirada sobre el tema, y el mensaje abre una pregunta clave: ¿cómo impactarán estas decisiones en los sectores más vulnerables del país?
Según el comunicado firmado por Marcelo D. Colombo, presidente del organismo y arzobispo de Mendoza, junto a otros miembros de la Comisión Ejecutiva, las elecciones representan una nueva expresión de la institucionalidad argentina. “El pueblo ha vivido una jornada democrática que nos permite elegir diputados y senadores entre diversos candidatos”, señalaron, destacando que cada elección refleja el deseo de construir una patria donde todos tengan un lugar digno.
La Conferencia Episcopal Argentina subraya que los resultados no son solo números, sino un compromiso renovado con el bien común. Especialmente, insisten, con los pobres y los sectores más afectados por la desigualdad y la falta de oportunidades. “La verdadera victoria electoral implica trabajar por quienes más sufren”, agregó el comunicado, enfatizando la importancia del diálogo y el consenso entre los legisladores que asumirán funciones a partir del 10 de diciembre.
El texto concluye con una invocación a la Virgen de Luján, patrona de Argentina, para que proteja y bendiga al país en este nuevo período legislativo.
En cuanto al impacto político, la elección marcó un giro significativo. La Libertad Avanza sorprendió al imponerse en la provincia de Buenos Aires y consolidar más del 40% de respaldo a nivel nacional. Con 64 bancas obtenidas y un total de 93 diputados propios a partir del 10 de diciembre, la fuerza oficialista logró superar sus objetivos iniciales. Por su parte, Fuerza Patria y aliados obtuvieron 44 bancas, reduciendo su bloque a 97 representantes.
En el Senado, el oficialismo ganó en seis de las ocho provincias que renovaban escaños, incluyendo CABA, Chaco, Entre Ríos, Neuquén, Santa Fe y Tierra del Fuego, alcanzando 20 senadores, mientras que el peronismo mantuvo la primera minoría con 28. Este resultado llega después de meses de turbulencias económicas y escándalos de corrupción que marcaron la agenda del Gobierno.
El discurso de victoria de Javier Milei adoptó un tono conciliador: convocó a gobernadores y legisladores de otras fuerzas a negociar las reformas previstas para la segunda etapa de su mandato. “Dos de cada tres argentinos no quieren volver al pasado”, subrayó, dejando entrever que los próximos meses serán clave para definir cómo se traducen estas elecciones en acciones concretas para los sectores más necesitados.
La elección deja en claro algo que la Conferencia Episcopal Argentina ya había señalado: la democracia no es solo votar, sino asumir un compromiso con los más pobres, con el diálogo y con la construcción de un país más justo. Y esa tarea recién empieza.