En una jornada que sorprendió a varios dirigentes, Martín Soria y Ana Marks lograron quedarse con la mayoría de los votos en Río Negro, asegurando su ingreso al Senado y relegando al segundo lugar a la libertaria Lorena Villaverde, una figura cercana a Claudio Ciccarelli, primo del empresario investigado Fred Machado.

Mientras tanto, el candidato de Juntos Somos Río Negro (JSRN), Facundo López, aparecía relegado al tercer puesto según las actas de escrutinio que se iban conociendo. López, actual jefe de la Legislatura provincial, habría pagado —según fuentes cercanas a un legislador rionegrino— “el costo de la cercanía” entre el gobernador Alberto Weretilneck y la Casa Rosada.

El golpe político no se limitó al Senado. En la Cámara de Diputados, Weretilneck perdió la banca de Agustín Domingo, uno de sus legisladores más cercanos. Domingo integraba el bloque de Innovación Federal, junto a los tres diputados salteños alineados con Gustavo Sáenz y los cuatro misioneros que responden a Carlos Rovira. Su lugar ahora será ocupado por Adriana Serquis, quien encabezó la lista de Fuerza Patria.

Por otro lado, la otra banca disputada era la de Aníbal Tortoriello, que había llegado al Congreso bajo el sello del PRO pero este año se sumó a la boleta de Villaverde. Con los resultados provisorios, Tortoriello pasaría a integrar la bancada libertaria, marcando así una expansión del espacio en ambas cámaras.

A pesar del ruido que generó la causa de Fred Machado —vinculada a José Luis Espert y Villaverde— los libertarios consiguieron instalarse con una banca en cada cámara. Sin embargo, el impacto político se sintió con fuerza en el oficialismo provincial: Weretilneck quedó golpeado por su relación con el presunto narco y por la polémica concesión de 13 canteras de arenas silíceas al propio Ciccarelli, primo de Machado y pareja de la senadora electa.

El resultado dejó un mensaje claro: los rionegrinos votaron con enojo y con memoria. En una provincia donde las alianzas pesan tanto como las promesas, los nombres propios se transformaron en símbolos de desgaste o renovación.
Y aunque los números son provisorios, una cosa ya quedó definida: Martín Soria y Ana Marks fueron los grandes ganadores de una elección que nadie imaginaba tan movida.