¿Puede Argentina volver a ser más rica que España? Esa fue una de las preguntas que dejó picando Federico Sturzenegger durante su visita a Madrid. El ministro de Desregulación y Transformación del Estado fue el primer funcionario del gobierno de Javier Milei en viajar a Europa tras las elecciones de medio término. Su mensaje no pasó desapercibido: habló de reformas laborales profundas, del rol de los sindicatos y de cómo imagina un país con menos gasto público y más libertad económica.
El encuentro fue organizado por la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y la embajada argentina. Frente a unos 200 empresarios, emprendedores y simpatizantes de La Libertad Avanza, Sturzenegger presentó los ejes que marcarán la próxima etapa del Gobierno.

Según el ministro, el objetivo central es “federalizar las negociaciones colectivas”. Traducido: que las condiciones laborales se pacten por empresa o región, y no a nivel nacional. “Vamos a tener que bailar con los sindicatos si pretendemos desarticular la estructura de los gremios”, lanzó, dejando en claro que el Ejecutivo buscará mayor flexibilidad laboral.
Para justificar el cambio, Sturzenegger comparó la situación con Italia: “Allá se fijan salarios en Milán que después no funcionan en Sicilia. En Argentina pasa lo mismo: las condiciones que se deciden en Buenos Aires no sirven para el norte del país”.
Cuando un empresario le preguntó cómo reaccionará el sindicalismo, el funcionario respondió sin rodeos: “Si el convenio por empresa prevalece sobre el nacional, se desarticula la estructura de poder sindical. Por eso, vamos a tener que bailar”.
En su exposición, también repitió una de las frases más usadas por Javier Milei: “No nos pidan que bajemos impuestos, pídanos que bajemos el gasto público”. Explicó que un Estado más chico y eficiente es la base para una economía sólida y que el “impuesto más importante que bajamos es el inflacionario, porque dejamos de emitir dinero”.
Sturzenegger afirmó que la inflación pasó del 200% al 30% anual y planteó una meta ambiciosa: “En 15 años, Argentina podría tener el ingreso de España”. Recordó que en 1966 el país era más rico que el europeo y culpó al “sistema de la casta” por haberlo revertido.
Cerró con una mirada internacional: ratificó que la alianza entre Argentina y Estados Unidos bajo Donald Trump es “perdurable”, y que Milei busca consolidar a la Argentina como un socio confiable en la región.
El mensaje fue claro: el gobierno apuesta a una transformación estructural del mercado laboral y del Estado. La incógnita, que todavía flota en el aire, es cómo reaccionarán los sindicatos y qué tan rápido podrá avanzar el plan.