La Fiesta del Tambero, una fiesta insignia del municipio de Navarro, no tendrá su tercera edición este año. Aunque para muchos fue una sorpresa, la explicación oficial muestra un escenario más complejo, marcado por una falta de fondos que terminó frenando la organización de un evento clave para la comunidad.
Según informó la Municipalidad, la suspensión quedó confirmada a través de un comunicado donde se detalla que la celebración prevista para noviembre no podrá realizarse debido al contexto económico actual. La profunda crisis que atraviesa el país, junto con los recortes aplicados por el Gobierno Nacional, dejó sin recursos suficientes a varias áreas que suelen colaborar en la realización de este tipo de eventos.
Desde la Dirección de Políticas de Producción, a cargo de funcionarios locales, explicaron que la Fiesta del Tambero requiere una inversión importante, no solo por la logística, sino también por la participación de organismos públicos que este año no cuentan con el presupuesto necesario. La desfinanciación impactó de lleno en esos apoyos que históricamente permitían que la fiesta fuera posible.
El municipio remarcó que el evento tiene un fuerte valor simbólico y económico: reconoce el trabajo diario de las y los tamberos, y genera ingresos para feriantes, expositores, emprendedores y puestos gastronómicos que dependen de la actividad para mover sus ventas durante esos días. Por eso, la suspensión no solo afecta a quienes disfrutan del encuentro, sino también a quienes trabajan en él.
“Sabemos que la Fiesta del Tambero es un espacio de encuentro y orgullo para la comunidad”, indicaron desde el área. Aun así, subrayaron que la prioridad del municipio hoy es actuar con “austeridad y responsabilidad económica”, ya que la situación afecta a todos los sectores por igual.
La decisión, aclararon, no fue tomada a la ligera. El equipo municipal evaluó alternativas, pero ninguna garantizaba un evento de calidad sin comprometer gastos esenciales.
A pesar del mal clima que dejó la noticia, las autoridades afirmaron que ya están trabajando para que la celebración pueda retomarse en próximas ediciones, cuando el contexto lo permita. Mientras tanto, pidieron comprensión a las y los vecinos ante una medida que, aunque dolorosa, consideran necesaria para no agravar la situación financiera local.
La suspensión deja abierta una pregunta central en Navarro: ¿qué pasará con las fiestas populares si el panorama económico no mejora? Por ahora no hay respuestas firmes, pero sí un mensaje claro: el municipio quiere recuperar la fiesta, aunque para eso hará falta tiempo, planificación y un escenario más favorable.