sábado 22 de noviembre de 2025 - Edición Nº4902

Nacionales | 20 nov 2025

La UCR enfrenta su peor crisis y un futuro lleno de incertidumbre

Algo pasó dentro del radicalismo y todavía nadie se anima a decir si tiene salida. Y lo más llamativo es que, según cuentan en voz baja varios referentes, lo que viene podría ser aún más complicado...


Algo pasó dentro del radicalismo y todavía nadie se anima a decir si tiene salida. Y lo más llamativo es que, según cuentan en voz baja varios referentes, lo que viene podría ser aún más complicado. Pero para entender por qué la crisis UCR crece día a día en Buenos Aires, primero hay que mirar cómo empezó todo este lío.

La foto del presente es cruda: el radicalismo quedó al borde del riesgo real de perder representación nacional y bonaerense luego de una elección que expuso errores, peleas internas y una conducción partida. Y ese quiebre, que hoy deja a la UCR bonaerense totalmente dividida, explica gran parte del escenario que se vive en La Plata.

A nivel nacional, la caída fue fuerte. Hasta el 10 de diciembre de 2025, el radicalismo y Democracia para Siempre contarán con 26 diputados. Después de esa fecha, quedarán apenas seis. En el Senado, la baja también será dura: cuatro bancas menos. Para muchos, es la peor marca del partido desde 1983.

En Buenos Aires la situación no mejora. Con casi el 40% del padrón nacional, la provincia era el lugar clave para sostener presencia. Pero salió todo al revés: en la próxima Legislatura, la UCR tendrá la mitad de diputados y senadores que hoy. Solo ingresarán Natalia Quintana y Priscila Minnaard, impulsadas por el intendente PRO Pablo Petrecca y el dirigente de la Coalición Cívica Andrés De Leo.

Y no fue solo un golpe legislativo. En los municipios donde gobierna, el radicalismo perdió 17 de 27 distritos. En lugares de peso como Tandil, donde Miguel Ángel Lunghi parecía inamovible, también se dio vuelta el resultado. Esa caída municipal terminó de mostrar un mapa político muy complicado.

La pregunta que todos hacen es: ¿cómo llega el partido a esta situación? Una parte importante del problema fue la decisión de no presentar lista propia en las elecciones nacionales de octubre. Esa jugada abrió más críticas internas y expuso una falta total de conducción. En pocas palabras: cada sector tiró para su lado.

Hoy, en plena crisis UCR, conviven dos autoridades prorrogadas hasta 2026: Miguel Fernández en el Comité de Contingencia y Pablo Domenichini en la Convención de Contingencia. Fernández apoyó la lista de la Coalición Cívica con Juan Manuel López, que terminó novena con menos del 1% de los votos. Domenichini fue candidato en septiembre con Somos Buenos Aires y rondó los 84 mil votos.

A esto se suma que Maximiliano Abad mueve su propio armado desde Mar del Plata y Facundo Manes no piensa ceder el terreno ganado desde 2021. Así, la UCR bonaerense no solo está dividida: está llena de jefes, pero sin un rumbo claro.

La gran intriga es qué viene ahora. La conformación de los bloques y la renovación de autoridades nacionales serán claves. Pero incluso dentro del partido admiten que, en este contexto, cualquier camino parece difícil. Y quizás esa es la señal más fuerte de que la crisis UCR recién empieza.

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:
Más Noticias

NEWSLETTER

Suscríbase a nuestro boletín de noticias