Algo fuerte se está cocinando en la Legislatura bonaerense y nadie quiere quedarse afuera. Todavía no se sabe cómo va a terminar, pero lo que pase con la ampliación del directorio del Banco Provincia puede cambiar el mapa político interno de varios espacios. Y ahí aparece la pregunta que todos se hacen, aunque nadie responde del todo: ¿quiénes van a ocupar los nuevos cargos y qué acuerdos tienen que pasar primero por Diputados y Senadores para que avance la Ley?
Las negociaciones para ampliar el directorio avanzan sobre un esquema que le daría siete lugares al peronismo y cinco a la oposición. Esa distribución encendió la competencia interna, sobre todo porque los tiempos apremian y ya circula un borrador con nombres que podrían integrar los pliegos que, más tarde, tendría que aprobar el Senado en una sesión especial.

En la oposición aparecen varios anotados. Suenan Matías Ranzini, cercano al ritondismo; Adrián Urreli, del grindettismo; y Christian Gribaudo, referente del angelicismo. Cada uno mueve sus fichas mientras otros sectores amarillos acusan al peronismo de demorar todo. Pero también corre otra versión: que La Libertad Avanza cuestiona al PRO por negociar lugares sin consultarlos.
La posibilidad de un “superdirectorio” también sacudió a la UCR. Ahí podría renovar Carlos Fernández, alineado con el “abadismo”. Pero Marcelo Daletto, que termina su mandato, también está en carrera. Del lado del radicalismo que responde a Miguel Fernández aparece otro nombre: Agustín Máspoli. Y Evolución más el espacio ex Manes —que lidera Matías Civale— podrían reclamar su silla, con Fernando Pérez como opción.
El reparto opositor se cerraría con un quinto lugar para Fernando Rozas, hermano de Martín Rozas, titular del bloque Unión y Libertad y hoy aliado clave del oficialismo.
Aunque el martes parecía haber un acuerdo —incluyendo más fondos para municipios y la promesa de condonar deudas— todo volvió a trabarse el miércoles al mediodía. Parte de la oposición teme que, si votan todo ahora, el oficialismo no cumpla después con los compromisos vinculados a los cargos del Banco Provincia.
Al mismo tiempo, el gobierno de Axel Kicillof exige señales: quiere que Diputados avance con media sanción de las tres iniciativas, aun si el Senado tiene que esperar.
Las internas también pesan fuerte. Un sector opositor dice que “nadie les habla”, mientras los operadores del oficialismo van y vienen por los pasillos del Parlamento buscando cerrar números. Sobre los fondos para intendentes tampoco hay una postura unificada: algunos creen que ya está acordado, otros dicen que todavía se ajustan detalles con el Ejecutivo.
Mientras el Gobierno intentaba aprobar Presupuesto 2026, Ley Impositiva y endeudamiento, la jornada terminó en postergaciones, versiones cruzadas y pedidos de garantías que complicaron cualquier acuerdo. Con el Senado citado a las 19, se manejan varias opciones: sesionar más tarde, votar solo dos proyectos o patear todo para el viernes o incluso la semana próxima.