¿Puede una provincia en crisis justificar un gasto millonario en un helicóptero? Antes de responder, hay un dato que está generando ruido en toda la escena política rionegrina… y que te conviene conocer antes de sacar conclusiones.
La polémica estalló cuando trascendió que el gobernador Alberto Weretilneck busca aprobar un contrato cercano a los 7 millones de dólares para el alquiler de un helicóptero de alta gama, con uso exclusivo durante cuatro meses. El dato no pasó desapercibido: el monto aparece en un contexto donde Río Negro enfrenta serias dificultades económicas, con hospitales sin insumos, escuelas reclamando obras urgentes y miles de familias ajustando al máximo para llegar a fin de mes.
Un tema demasiado sensible para los vecinos de toda la Comarca. @rionegrogob no puede permitirse desprolijidades o falta de transparencia.
— Juan Martin (@jmrionegro) November 27, 2025
Desde @Pro_UnionRep presentamos un pedido de informes exigiendo explicaciones. https://t.co/0JY7v8WlPG
El gobierno planteó que la aeronave se usaría para “combatir incendios”. Pero el número llama la atención incluso dentro del propio oficialismo. Especialistas del sector aseguran que la cifra es demasiado alta y que no existen razones técnicas que justifiquen semejante gasto por un período tan corto.
El pliego presentado suma más dudas:
Entre 200 y 300 horas de vuelo
Disponibilidad total las 24 horas
Especificaciones propias de un helicóptero de gama alta
Comodidades que no tienen que ver con una emergencia ambiental
Todo eso alimentó la crítica pública y política. El paquete parece más un combo armado para un servicio premium que un recurso pensado exclusivamente para emergencias.
Para muchos actores del escenario provincial, esta movida no es aislada. Señalan que Weretilneck ya había tomado decisiones controvertidas en materia aeronáutica: vender aviones del Estado, intentar contratar vuelos privados costosos y avanzar con traslados oficiales que generaron cuestionamientos.
Por eso, este nuevo alquiler de helicóptero se interpreta como parte de un patrón más amplio: decisiones que no encajan con la situación real de Río Negro, donde las áreas críticas arrastran problemas estructurales y las prioridades parecen ubicadas en otro lado.
El punto central no es solo el monto, sino la oportunidad. Con salarios estatales por debajo de la inflación, obras frenadas y servicios públicos al límite, un gasto así reaviva preguntas sobre la administración provincial. El contraste entre necesidades urgentes y un contrato millonario hace que la explicación oficial no alcance a cerrar del todo.
La discusión seguirá, pero algo ya quedó claro: este episodio volvió a poner el foco en cómo se manejan los recursos públicos y qué decisiones se priorizan cuando la provincia más los necesita.