Algo que muchos sospechaban volvió a explotar… y lo que empezó como una alianza electoral pensada para “ganar sí o sí” terminó mostrando fisuras que ahora nadie puede esconder. Pero antes de entender por qué La Libertad Avanza y el PRO volvieron a chocar, hay un detalle clave que muy pocos están viendo… y que te va a ordenar todo el mapa político bonaerense.

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Una alianza que nació apurada

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Después del triunfo de octubre, la calma duró poco. La unión entre libertarios y amarillos ya venía con diferencias sobre cómo entender —y hacer— política. La famosa “tabula rasa” que propuso Javier Milei sirvió como parche, pero no como solución real.

Dirigentes del PRO como Cristian Ritondo y Diego Santilli empujaron la alianza como forma de sobrevivencia política, aun chocando con el rechazo inicial de Mauricio Macri y su mesa chica. Del lado libertario, pesó la idea de no dividir el voto frente a un peronismo todavía ordenado.

Aunque algunos intendentes del PRO se bajaron por las condiciones que pedía LLA, la urgencia electoral logró tapar todo… por un rato.

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El endeudamiento: la chispa que reactivó la interna

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Cuando se discutió el endeudamiento bonaerense, las diferencias estallaron.

El bloque de La Libertad Avanza denunció que la deuda —de hasta 3.500 millones de dólares— comprometía el futuro financiero de la Provincia y “financiaba la campaña de Axel Kicillof”.

El PRO, en cambio, habló de deuda vieja vs. deuda nueva y apoyó el financiamiento municipal. Ahí reaparecieron viejos reclamos por cargos legislativos y lugares en organismos como BAPRO o el Tribunal Fiscal.

Mientras los libertarios hablaban de pactos “inescrupulosos”, el PRO respondió con un comunicado sobre “responsabilidad institucional”.

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La pelea se fue a Twitter

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Las cúpulas se cuidaron, pero las segundas líneas no.
La libertaria Florencia Arietto disparó fuerte contra Cristian Ritondo, acusándolo de acompañar un endeudamiento “criminal”.

Militantes del PRO devolvieron chicanas recordando ausencias en votaciones y acuerdos territoriales.

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Los cortocircuitos llegaron a los municipios

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En Vicente López, el presidente de bloque libertario Luis Palomino votó junto al kirchnerismo, generando sospechas internas.
En Bahía Blanca, concejales del PRO acompañaron un aumento de tasas impulsado por el intendente peronista Federico Susbielles, lo que prendió alarmas en LLA, que salió a rechazar cualquier suba impositiva.

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El punto que nadie quiere decir en voz alta

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La alianza entre el PRO y La Libertad Avanza nunca se sostuvo en una visión común, sino en la necesidad de enfrentar al peronismo.

Ahora, con el tema endeudamiento como disparador, quedó claro lo que la campaña había escondido:
la convivencia es frágil, las desconfianzas son fuertes y cada voto tenso vuelve a poner en duda cuánto más puede durar esta sociedad política.