Algo grande se está moviendo en el Congreso y, aunque todavía no se sabe cómo termina, hay una señal que todos miran de reojo. Esa señal se va a definir en las próximas horas y puede cambiar el mapa político del año. Pero antes de que eso pase, hay algo que necesitás entender para no perderte la jugada.

El oficialismo arranca las sesiones extraordinarias con una meta simple: que algunos proyectos avancen rápido. Para eso, hoy se están haciendo reuniones internas y mañana arranca el período formal. Pero el eje del conflicto —y el que puede ordenar o desordenar todo— es el Presupuesto 2026.

¿Por qué? Porque es el único proyecto que ya tuvo dictamen de mayoría y todos los bloques lo conocen. En teoría, el Gobierno podría repetir ese dictamen… pero depende de cuánto esté dispuesto a ceder y de si logra convencer a sus aliados externos o sumar caras nuevas.

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Cómo queda el tablero en la Comisión

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Cuando se conforme la Comisión de Presupuesto y Hacienda, el oficialismo tendrá 20 sillas, igual que Unión por la Patria. Ahí aparece el “centro”, que termina siendo el espacio más codiciado:

• Provincias Unidas, la Coalición Cívica y Encuentro Federal: 4 sillas.

• Interbloque integrado por el PRO, la UCR, el MID, Adelante Buenos Aires y Por Santa Cruz: otras 4 sillas.

• 1 silla extra para el bloque Innovación, que responde a Carlos Rovira y Gustavo Sáenz.

En ese segundo interbloque, el del PRO, ya hubo apoyo previo al proyecto, aunque con diferencias. El punto de tensión sigue siendo el mismo: los fondos para la Ciudad de Buenos Aires que no aparecen en el Presupuesto 2026. Según fuentes del partido, las negociaciones siguen, así que nada está cerrado.

El problema para el oficialismo es claro: incluso con dictamen, todavía no tiene los votos del recinto. Y ahí es donde Provincias Unidas podría inclinar la balanza.

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Las reuniones que se frenan y los gestos que pesan

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Esta tarde, el presidente de Diputados, Martín Menem, iba a recibir a legisladores del nuevo interbloque. Iba a ser la segunda reunión desde que se formó. Pero a última hora se suspendió: un llamado de Casa Rosada cambió todo.

El encuentro buscaba hablar del presupuesto, teniendo en cuenta los reclamos de gobernadores y los pedidos de los “sin tierra”, diputados que no responden a un mandatario provincial y que ya presentaron sus propios dictámenes.

Una fuente del espacio lo resumió así: “El bloque está a la expectativa. Hay que hablar con los gobernadores. Puede sostenerse un dictamen propio, pero faltan definiciones. Es un interbloque nuevo”.

Del lado de los más experimentados, el mensaje es directo: “Si quieren Presupuesto y no hacer una pantomima, tienen que aceptar modificaciones”.

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La cuenta fina del oficialismo

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Si no suman a Provincias Unidas, van a buscar votos en otros espacios: Independencia (7), Producción y Trabajo (2) y Elijo Catamarca (3). Si logran ese combo, más el interbloque PRO–UCR, llegarían a 132 votos, el número justo para aprobar.

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Lo que se juega mañana

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En el Congreso ya hablan del “reunionismo”: encuentros por todos lados, teléfonos sonando y gobernadores mirando de cerca. El oficialismo necesita mostrar fuerza después de un año difícil. Los gobernadores quieren marcar territorio como bloque decisor.

Mañana empieza esta primera pulseada. Y lo que pase con el Presupuesto 2026 puede definir mucho más que un número. ¿Se cierra la grieta de votos o se abre un nuevo frente? Eso es lo que todos esperan ver.