Algo importante pasó en Miami y muchos todavía no terminan de entender qué significa para la ciudad. Antes de contarte el dato que está moviendo el tablero político, vale aclarar que todo gira alrededor de dos nombres que vienen sonando fuerte: Eileen Higgins y Emilio González. Y sí, la sorpresa fue más grande de lo que muchos esperaban.
La demócrata Eileen Higgins ganó la segunda vuelta de las Elecciones a la alcaldía de Miami con un 59,29% de los votos, dejando atrás al republicano Emilio González, que cerró con 40,71%. Pero lo realmente relevante no es solo la diferencia, sino el contexto en el que se dio: una participación del 21,16% marcada por la preocupación por el costo de vida y la crisis de vivienda.
Ese clima fue clave. Durante la campaña, Higgins, de 61 años y ex comisionada del condado Miami-Dade, insistió en que la ciudad necesitaba una gestión más clara y más transparente. “Tenemos la oportunidad de acabar con la destrucción y la corrupción”, dijo en declaraciones a Univisión. Y sumó algo que pegó fuerte entre los votantes: la urgencia de bajar costos y ampliar la oferta de vivienda.
Los números del escrutinio muestran el peso de esa narrativa. Higgins obtuvo 21.550 votos contra los 14.799 de González. Entre voto por correo, votación temprana y el día de la elección, se movilizaron poco más de 36 mil personas. En la primera vuelta ella había sacado el 36% y él el 19,5%. La remontada fue clara.
La elección coincidió con otros comicios locales: en el Distrito 3 de la Comisión de Miami ganó Rolando Escalona; en Hialeah se eligieron dos sillas del concejo; y en Miami Beach se definió la silla del grupo I. Todo esto ocurrió mientras la ciudad —con casi medio millón de habitantes— enfrenta un problema que la atraviesa de punta a punta: el acceso a la vivienda.
Por eso la nueva alcaldesa puso este tema como prioridad absoluta. Su promesa: encarar la crisis habitacional con decisiones rápidas, transparentes y enfocadas en las familias que sostienen la ciudad.
Hay un dato histórico que le da todavía más peso a esta elección: los demócratas no gobernaban Miami desde 1998. Aunque el registro de votantes favorece al partido, los republicanos suelen ganar en movilización. Incluso en 2024, Trump estuvo a un punto de ganar la ciudad. En 2020, Biden había sacado 19 puntos de ventaja. La tendencia cambió fuerte.
El año pasado, además, Trump se convirtió en el primer republicano en 36 años en ganar el condado Miami-Dade. Todo eso hizo que esta elección local se mirara con lupa.
Ahora, con Higgins al frente y un escenario político más parejo, la pregunta sigue abierta: ¿empieza un nuevo ciclo político en Miami o es solo un paréntesis? Esa respuesta se va a definir con lo que haga —o deje de hacer— la nueva gestión en los próximos meses.
