martes 16 de diciembre de 2025 - Edición Nº4926

Nacionales | 15 dic 2025

¿Un simple logo puede desatar un escándalo diplomático?

Eso fue lo que pasó en las últimas horas y explica por qué la Cancillería tuvo que dar marcha atrás de manera apresurada.


Eso fue lo que pasó en las últimas horas y explica por qué la Cancillería tuvo que dar marcha atrás de manera apresurada. Lo que parecía un cambio estético terminó exponiendo una omisión sensible que generó enojo, críticas y muchas preguntas.

La Cancillería argentina se vio obligada a borrar su nuevo logo oficial luego de que usuarios en redes sociales detectaran un detalle clave: en el mapa del mundo que aparecía como fondo no figuraban las Islas Malvinas ni la Antártida. Dos territorios centrales para la política exterior argentina que, directamente, no estaban.

El error se dio en el primer movimiento público de Pablo Quirno, que asumió recientemente al frente del ministerio. Desde la cuenta oficial se difundió el nuevo escudo institucional, con un planisferio detrás del emblema nacional. La imagen duró poco. Apenas fue publicada, comenzaron las críticas, los insultos y las capturas que circularon con rapidez en Twitter.

El planisferio mostraba el mundo, pero dejaba afuera a las Islas Malvinas y a la Antártida, dos zonas que forman parte del reclamo histórico argentino. Para muchos usuarios, no se trató de un simple descuido gráfico, sino de una señal política preocupante.

Frente a la reacción negativa, la Cancillería modificó el diseño. En la versión corregida, los laureles y el escudo pasaron de tapar las Islas Malvinas y la Antártida a cubrir Europa y África. El cambio calmó en parte la polémica, pero no evitó que quedara instalada la sospecha.

La omisión no pareció casual para varios sectores. Según trascendió en ámbitos diplomáticos, la embajadora argentina en Londres, Mariana Plaza, impulsa una línea interna conocida como la “doctrina Plaza”. Esa estrategia propone un acercamiento con el Reino Unido para cooperar en distintas áreas, a cambio de dejar en segundo plano el reclamo por las Islas Malvinas. En ese contexto, el logo sumó ruido.

El rediseño del escudo se dio en el marco de los dos años de gestión libertaria, cuando distintos ministerios decidieron lanzar nuevos logos y sellos oficiales, imitando una tradición habitual en Estados Unidos. Sin embargo, varios de esos diseños generaron burlas en redes sociales.

Muchos usuarios señalaron que los logos parecían hechos con herramientas automáticas en versiones gratuitas. El Ministerio de Desregulación, por ejemplo, incorporó dos antorchas muy similares a la de la Estatua de la Libertad. Seguridad, en tanto, sumó un águila calva, un ave que no habita en la Argentina y solo puede verse en el hemisferio norte.

Mientras tanto, el caso del logo de la Cancillería dejó una enseñanza clara: en política exterior, los símbolos importan. Y un detalle gráfico puede convertirse, en minutos, en un problema político de primer orden.

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:
Más Noticias

NEWSLETTER

Suscríbase a nuestro boletín de noticias