Mientras el oficialismo avanza en el Congreso con proyectos clave, un grupo de gobernadores peronistas decidió mover primero. El dato que sorprendió no fue solo quiénes estuvieron, sino quiénes quedaron afuera.
En la Casa de la Provincia de La Pampa, en pleno centro porteño, Sergio Ziliotto encabezó una cumbre urgente con gobernadores y legisladores nacionales para coordinar una respuesta política frente al avance del Gobierno nacional en el Congreso. El objetivo fue claro: defender los intereses de las provincias ante leyes que pueden afectar sus recursos.
La reunión se dio en un contexto de máxima tensión. El oficialismo impulsa el Presupuesto 2026 y una reforma laboral que ya tiene dictamen y avanza en comisiones. Para los mandatarios provinciales, estas iniciativas pueden cambiar de forma profunda el reparto de fondos y el equilibrio federal.
Del cónclave formaron parte Axel Kicillof, Gildo Insfrán, Ricardo Quintela, Gustavo Melella y Elías Suárez, junto a una veintena de diputados y senadores nacionales de distintos espacios provinciales. El anfitrión fue Sergio Ziliotto, que ofició como articulador político del encuentro.
También hubo presencia legislativa clave, con representantes que tendrán un rol central en las próximas votaciones del Congreso. La consigna fue unificar criterios y evitar que cada provincia negocie por separado frente al Ejecutivo nacional.
Un dato no pasó desapercibido: La Cámpora no participó de la reunión. La ausencia refuerza la idea de que este armado opositor peronista tiene como eje a los gobernadores y no al sector kirchnerista, que hoy juega con su propia lógica dentro del Congreso.
Este punto es clave para entender el momento político del peronismo: los mandatarios provinciales buscan recuperar protagonismo y ordenar la estrategia parlamentaria desde los territorios.
Durante la cumbre, los gobernadores analizaron el impacto que tendrían las reformas impulsadas por el Gobierno sobre las finanzas provinciales. Según vienen advirtiendo, los cambios en materia laboral e impositiva podrían reducir recursos coparticipables y complicar las cuentas locales.
También circuló un borrador de documento donde se remarca la defensa del federalismo y se cuestiona lo que consideran un “desprecio a las provincias” por parte del Ejecutivo nacional.
Lejos de ser un hecho aislado, la reunión fue el primer paso de una estrategia más amplia. Los gobernadores planean nuevos encuentros para afinar posiciones y definir cómo actuar en el Congreso.
El objetivo inmediato es frenar o modificar los proyectos que consideran perjudiciales. A mediano plazo, buscan construir una referencia política más ordenada frente a un escenario nacional cada vez más tenso.