viernes 26 de diciembre de 2025 - Edición Nº4936

Nacionales | 23 dic 2025

¿Cómo será el crecimiento económico en Argentina en 2026 y a quiénes beneficiará?

¿La economía argentina realmente va a despegar o el crecimiento será solo un número en los papeles? Esa es la pregunta que hoy se hacen miles de personas.


¿La economía argentina realmente va a despegar o el crecimiento será solo un número en los papeles? Esa es la pregunta que hoy se hacen miles de personas. Los economistas no discuten si habrá crecimiento el año que viene, sino cuánto crecerá y, sobre todo, a quiénes les va a llegar. Ahí está el punto que mantiene abierta la discusión.

Las proyecciones muestran dos miradas claras. Los más cautos estiman un avance moderado, entre 2,5% y 3%. Otros creen que el proceso actual puede acelerar y llevar el crecimiento económico hasta el 5%. Pero la experiencia reciente deja una advertencia: crecer no siempre significa vivir mejor.

En 2025, la economía avanzó cerca del 4,5%, pero el empleo formal cayó y los salarios casi no le ganaron a la inflación. Un empresario gastronómico porteño lo resumió sin vueltas: “Tuvimos un 30% menos de gente en nuestros locales”. El golpe al bolsillo se sintió fuerte, incluso en sectores ligados a la clase media y media alta.

Aun así, el respaldo político fue claro. Javier Milei logró un fuerte apoyo electoral, impulsado por la baja de la inflación, la estabilidad del dólar y un clima internacional favorable. Eso explica por qué, pese a las dificultades, las expectativas siguen altas.

Un informe reciente muestra que el 82% de la gente cambió sus hábitos de consumo. Casi la mitad dice llegar peor a fin de año y 7 de cada 10 no planean vacaciones por falta de plata. Sin embargo, mirando hacia adelante, cerca del 50% cree que la situación puede mejorar. Esa mezcla de ajuste y esperanza marca el momento actual de Argentina.

Lo que viene no será parejo. La economía crecería con forma de “K”. Algunos sectores subirán fuerte y otros seguirán en caída. Entre los ganadores aparecen el agro, la minería y la energía. Van a generar dólares e inversión durante 2026, pero crean poco empleo directo.

Del otro lado, la industria manufacturera sigue complicada. La apertura económica, los costos altos y los márgenes bajos empujan a muchas empresas a importar más y producir menos. El consumo masivo tampoco muestra señales claras de repunte, porque los ingresos familiares siguen flojos. El crédito podría ayudar, pero de forma lenta: los bancos todavía están ajustados y la morosidad subió.

En el plano político, el Gobierno sufrió un traspié con el Presupuesto en Diputados. Aunque generó ruido, el impacto fue menor que en otros momentos. A diferencia de crisis pasadas, hoy hay superávit fiscal y menos dependencia del endeudamiento externo.

La mayor debilidad sigue siendo la falta de reservas. Por eso, el equipo económico anunció un plan para sumar al menos USD 10.000 millones el próximo año. Todo dependerá de que se calme la demanda de dólares. En noviembre hubo una señal positiva, con menos compras para ahorro, pero el verano suele traer más presión cambiaria.

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