Hay una decisión tomada que todavía no tiene fecha exacta. Y alrededor de esa definición se mueven silencios, tiempos políticos y gestos de poder. En la provincia de Buenos Aires, las vacantes Suprema Corte bonaerense ya están sobre la mesa, pero el cuándo es tan importante como el quién. Ahí está el dato que explica todo.

El gobernador Axel Kicillof dejó en claro, en charlas reservadas con la oposición, que no piensa irse del Gobierno sin avanzar con la designación de jueces para el Máximo Tribunal. En el marco de las negociaciones políticas por el endeudamiento, el tema apareció con fuerza y quedó atado a otros acuerdos institucionales. Para el mandatario, no es una discusión menor ni postergable.

Hoy hay cuatro vacantes en la Suprema Corte bonaerense, una situación que genera presión tanto en el Ejecutivo como en la Legislatura. La intención oficial es que los pliegos lleguen al Senado antes del receso de invierno. Es decir, en la primera parte del año legislativo, una vez iniciadas las sesiones ordinarias el 1 de marzo.

Desde el Gobierno lo repiten sin rodeos: los nombres se van a proponer. Lo que no está garantizado es el resultado final. La composición de la Legislatura, la interna del oficialismo y el rol que juegue la oposición condicionan cada movimiento. Por eso, Axel Kicillof también observa cómo se paran los distintos bloques en el arranque de la nueva Legislatura antes de avanzar a fondo.

En paralelo, hay un factor clave que explica la cautela: los tiempos dentro del propio Máximo Tribunal. La actual presidenta, Hilda Kogan, dejará el cargo el 19 de abril, cuando asuma Sergio Torres. Según trascendió, la magistrada tendría la intención de volver a presidir la Corte dentro de dos años y luego retirarse.

Ese deseo cambia todo. Si los nuevos jueces son nombrados antes de esa fecha, Hilda Kogan quedaría última en el orden de rotación y debería esperar siete años para volver a la presidencia. En cambio, si las designaciones llegan después del 19 de abril, el escenario se acomoda a su expectativa. En La Plata nadie descarta que el gobernador espere ese momento como gesto político.

En el entorno de Axel Kicillof reconocen un fuerte agradecimiento hacia Kogan por su rol al frente de la Junta Electoral. Admiten que, si ella se hubiera opuesto, el desdoblamiento electoral podría haberse caído. Ese reconocimiento también se extiende a Sergio Torres y a Daniel Soria, los otros integrantes actuales del tribunal, con quienes el Ejecutivo mantiene buen vínculo.

Mientras tanto, las negociaciones políticas siguen abiertas. Incluso trascendió que uno de los futuros jueces podría surgir del radicalismo, como parte de los equilibrios que se buscan en la Legislatura. Todo está en discusión, menos una cosa: el tema de las vacantes en la Suprema Corte bonaerense ya no se puede patear mucho más.