Arrancó en silencio, pero ahora empieza a verse. Después de meses de tensión, acuerdos forzados y decisiones tomadas desde arriba, varios intendentes y dirigentes del PRO en el interior bonaerense se mueven para volver a tener peso propio. La pregunta que sobrevuela es simple: ¿cómo quedó parado el partido amarillo tras su acercamiento con La Libertad Avanza y el impacto del gobierno de Javier Milei?
Durante las elecciones de septiembre, el armado entre La Libertad Avanza y el PRO dejó más heridas que certezas. En varios distritos gobernados por intendentes amarillos, los acuerdos de cúpula no bajaron ordenados al territorio. Al contrario: generaron cortocircuitos electorales que empujaron a jefes comunales a competir por fuera del esquema libertario.
Los casos más claros fueron los de Pablo Petrecca (Junín), Javier Martínez (Pergamino), Diego Reyes (Puan) y María José Gentile (9 de Julio). Ninguno rompió con el PRO, pero todos buscaron alternativas para sostener poder local y representación política.
Petrecca y Martínez se sumaron a Somos Buenos Aires, un frente que mezcló radicales, dirigentes del PRO y peronismo no kirchnerista. A nivel provincial tuvo malos resultados, pero en la Cuarta sección logró algo clave: bancas legislativas y votos que no fueron para los libertarios.
En Pergamino, Javier Martínez dio un paso más y se integró también a “Hechos”, el espacio de los hermanos Santiago y Manuel Passaglia. Esa jugada le permitió que Paula Bustos, dirigente de su confianza, llegara a la Legislatura.
Con el correr de los meses, Pablo Petrecca empezó a mostrarse como una figura central del rearmado del PRO bonaerense. Tras asumir como senador provincial por la Cuarta sección, fue designado jefe del bloque PRO en la Cámara alta, un espacio que mantiene autonomía frente a La Libertad Avanza.
Hubo gestos claros hacia el gobierno nacional. Uno de los más visibles fue la reactivación de una obra clave en Junín, frenada tras el parate de la obra pública. También su presencia en la jura de Diego Santilli como ministro del Interior marcó un acercamiento político.
Ese movimiento se replicó en Diputados, donde María Laura Ricchini y Paula Bustos se alinearon con el bloque amarillo.
El último encuentro seccional del PRO, realizado en Junín y encabezado por Petrecca, mostró el objetivo: reforzar el partido en el interior. Participaron intendentes, legisladores y concejales de 19 distritos. Hoy, el PRO tiene 25 concejales en la sección y quiere volver a ser protagonista.
En Junín, incluso, bajó la tensión con los libertarios. Desde el municipio destacan el acompañamiento al presupuesto y acuerdos en el Concejo Deliberante.
Distinta es la situación de Javier Martínez. Su alianza con “Hechos” sigue abierta y el futuro es incierto. Aunque algunos dirigentes continúan dentro del PRO, el intendente prefiere esperar. “No mover nada hasta el año que viene”, repiten en su entorno.
Mientras tanto, el PRO intenta recomponerse tras los errores, los acuerdos apurados y los cortocircuitos electorales. El reordenamiento ya empezó, pero todavía no está escrito el final.