La ayuda fue anunciada, pero nunca llegó. Y mientras el agua sigue marcando el ritmo en los campos y barrios, en 9 de Julio la pregunta se repite cada vez con más fuerza: ¿qué pasó con los fondos prometidos por Nación tras las inundaciones?

La intendenta María José Gentile volvió a levantar la voz y apuntó directamente al gobierno de Javier Milei. El reclamo no es nuevo, pero sí cada vez más urgente. Las inundaciones continúan afectando zonas urbanas y rurales, y el municipio asegura que sigue sosteniendo la emergencia con recursos propios, sin el respaldo económico comprometido desde Nación.

Según explicaron desde la comuna, la situación fue planteada nuevamente en una reunión con el secretario de Agricultura de la Nación, Sergio Iraeta. Del encuentro también participaron representantes de entidades del campo como Coninagro, Federación Agraria, CARBAP y la Sociedad Rural Argentina, que acompañaron el reclamo y expusieron el impacto que el agua sigue teniendo sobre la producción.

Uno de los puntos más sensibles tiene que ver con los caminos rurales. Desde el municipio advirtieron que el apoyo de Vialidad Nacional se redujo de forma significativa. De las diez máquinas que estaban disponibles para trabajar en la recuperación de los caminos, hoy solo quedan cinco. Esto dificulta el acceso a los campos y retrasa las tareas básicas para normalizar la actividad en las zonas afectadas por las inundaciones.

En ese contexto, también se analizaron líneas de crédito del Banco Nación como posible herramienta de alivio. Sin embargo, desde el sector agropecuario fueron claros: los créditos no reemplazan la asistencia directa. La ayuda prometida por el Gobierno nacional era clave para afrontar una emergencia que todavía no terminó, y por eso el reclamo sigue firme.

Desde el Ejecutivo local remarcan que el tiempo juega en contra. María José Gentile advirtió que existe una ventana limitada para avanzar con las reparaciones necesarias antes de que nuevas lluvias vuelvan a complicar el panorama. Si eso ocurre sin apoyo externo, el impacto podría ser aún mayor, tanto para los vecinos como para los productores.

Mientras tanto, 9 de Julio sigue esperando. Con el agua todavía presente en varios puntos del distrito, el municipio insiste en que no se trata de una disputa política, sino de una necesidad concreta. El reclamo por los fondos sigue abierto y, por ahora, la respuesta de Nación no aparece.