El secretario de Turismo y Deportes, Daniel Scioli, decidió dejar de financiar dos relevamientos centrales: la Encuesta de Turismo Internacional y la Encuesta de Ocupación Hotelera. Ambas mediciones venían mostrando datos preocupantes sobre el movimiento turístico y el ingreso de dólares al país.
Desde hace meses, Scioli venía cuestionando la metodología de estas encuestas. Pero el conflicto escaló cuando los números empezaron a mostrar una foto que no gustó en el Gobierno. A partir de enero, la Secretaría de Turismo dejará de poner los fondos necesarios para sostener estos operativos tal como se realizaban hasta ahora.
El propio Indec confirmó la situación. En un comunicado enviado a las provincias, explicó que la eliminación del índice “obedece a la falta de financiamiento por parte de la Secretaría de Turismo de la Nación”.
Ante ese escenario, el organismo anunció que aplicará un esquema reducido: una muestra mucho más chica, relevamientos remotos y personal propio. El objetivo mínimo es sostener la información básica para calcular el PBI, que depende de la Dirección Nacional de Cuentas Nacionales. En otras palabras, se medirá menos y con menor detalle.
Según el último informe oficial del Indec, en octubre el ingreso de turistas internacionales cayó un 5,9%. Al mismo tiempo, la cantidad de argentinos que viajaron al exterior creció un 10,8% interanual. El impacto en dólares fue directo y fuerte.
Solo ese mes, los argentinos gastaron afuera USD 597 millones, mientras que los turistas extranjeros dejaron en el país poco más de USD 232 millones. El resultado fue un déficit turístico cercano a los USD 365 millones. Estos números fueron el detonante final de la decisión de Scioli, que sostiene que las cifras “no reflejan la realidad”.
La ruptura con el Indec, anticipada por el portal Ladevi, pone fin a más de diez años de trabajo conjunto. Pero no es un hecho aislado. Se suma a una tendencia más amplia del Gobierno: cuestionar o recortar mediciones cuando los resultados son incómodos.
En las últimas semanas, un estudio reveló que Marco Lavagna habría inflado cifras de crecimiento en turismo y finanzas para evitar que los números muestren recesión. Además, el Indec sigue sin actualizar la canasta de inflación, lo que ayuda a que el índice no supere el 2,5% de noviembre.
Incluso el Banco Central, analiza cambiar la forma de medir la morosidad bancaria. El objetivo sería el mismo: que los datos no muestren una realidad más frágil.