Nuestros jóvenes se van y nadie les habla. Generalizo por supuesto, en virtud de las excepciones, y por eso se van. El gobierno y la clase política en general son los máximos responsables, pero parece no sentirse interpelados; no se esmeran en propuestas que seduzcan, que persuadan la voluntad de los jóvenes, para evitar ser expulsados.
Dejar familia, amigos, decirle adiós, o acaso, un hasta pronto a la Madre Patria, es una encrucijada inquietante de difícil resolución.
Hoy más del 70 % de esa franja etarea optaría por irse del país si tuviera alguna oportunidad. No los voy a victimizar, menos aún, hacerlos responsables del irrefutable deseo de encontrar nuevos horizontes de oportunidades, de crecimiento y desarrollo individual.
Ni el oficialismo ni la oposición ponen en la agenda de prioridades, garantizar mínimas condiciones y oportunidades para que nuestros jóvenes se queden a sentar las bases, a forjar su futuro y el de sus hijos, por el contrario; la falta de previsibilidad y la crisis interminable y creciente alimentan la pérdida de la esperanza y la utopía de convertir a Argentina en un país grande, habitable, con desarrollo y crecimiento.
Sobran los motivos, entre los más acuciantes resaltamos la inseguridad, la falta de justicia, el desempleo, la pobreza, la falta de un terreno fértil para la producción, y un cobijo a los emprendedores que abundan en calidad y cantidad.
Estamos dormidos, quedamos impávidos viendo pasar cómo se va nuestro mayor capital, aquel que ostenta todo país desarrollado o en vías de crecimiento y desarrollo. Insisto estamos despilfarrando, una vez más, nuestra mayor fortaleza.
Los jóvenes deben ser para nuestro país los agentes de cambio, del desarrollo económico y el progreso. Aunque no alcanza con que más del 50% de la población mundial sean menores de 30 años para ser tenidos en cuenta en la toma de decisiones, para tener incidencia en sus vidas y en la del conjunto.
Pero aquí estamos para dejar nuestra propuesta, una herramienta para la participación, la pertenencia y la cohesión de nuestra nación, el Gobierno Joven.
Que es el gobierno joven?
Es la mirada de la juventud en la construcción de políticas públicas, para garantizar la mirada joven sobre las acciones de gobierno y la integridad del abordaje para recuperar los valores y las creencias.
Diseñando y desarrollando programas e instancias de participación y estrategia para garantizar los derechos plenos de la juventud y su desarrollo.
Es una mirada crítica, pero también constructiva sobre las distintas áreas de gobierno de orden nacional, provincial y local.
- Desarrollar los lineamientos para una política que favorezca la inserción laboral de jóvenes.
- Valorar y aprovechar el potencial de la Argentina a largo plazo.
- Promover acciones y compromisos que permitan el logro de los Objetivos ONU 2030.
- Desarrollar debates y actividades de formación con y para jóvenes.
Ya estamos en marcha, aunque sabiendo que no es la panacea, queremos dejar algo que hoy escasea, una mano firme, un abrazo fuerte para que nuestros hijos o nuestros jóvenes se queden y no se vayan.
Alejandro Santecchia
