Desde que asumió el gobierno, la administración de Javier Milei se ha centrado en la tarea prioritaria de restablecer los precios relativos en la economía, que estaban rezagados, con el objetivo de reducir el gasto en subsidios y permitir que los sectores afectados puedan recuperarse e invertir.

Bajo el lema de "Libertad de mercado", se han realizado avances significativos en los primeros meses de gestión. Sin embargo, la necesidad de mostrar una desaceleración sostenida de la inflación y de evitar costos demasiado elevados para la sociedad ha moderado la implementación de medidas libertarias.

A pesar de ello, se espera que el proceso de ajuste continúe en el próximo trimestre. En este contexto, surge la pregunta sobre qué sectores aún deben ajustar sus precios, cómo afectarán estos aumentos al Índice de Precios al Consumidor (IPC) y qué ocurrirá con los salarios y el dólar.

Durante los primeros meses del año, los servicios que más han aumentado sus precios han sido los de luz y gas. Los consumidores ahora están pagando aproximadamente el 80% del costo total, en comparación con el 30% al inicio del gobierno de Milei.

Además, los precios de los combustibles se han equiparado a los de otros países de la región (USD 1 por litro), y las prepagas han ajustado sus precios en un 130% durante la era Milei, superando en gran medida la tasa de inflación.

Sin embargo, algunas prepagas han sido intimadas a retrotraer los precios y seguir ajustándolos en línea con la inflación, lo que ha generado resistencia por parte de varias empresas.

La estabilidad del tipo de cambio oficial y su utilización como ancla antiinflacionaria han facilitado el proceso de ajuste de los precios relativos. Sin embargo, aún queda pendiente el ajuste en sectores como el transporte, donde se han producido aumentos importantes pero aún no suficientes.

Por otro lado, este proceso de ajuste ha tenido como contrapartida el empeoramiento del salario real, que ya venía en declive. Según un informe de la consultora Equilibra, el salario real formal ha caído alrededor del 20% desde noviembre de 2023, debido a las políticas de shock cambiario y liberación de precios implementadas por el gobierno de Milei.

Para el segundo trimestre del año se esperan importantes aumentos en los precios de servicios como gas, electricidad y transporte público. Estas subas tendrán un impacto significativo en el IPC, contribuyendo a un aumento pronosticado del 8% en dicho período. Además, se espera que los precios regulados aumenten en un 90% durante el mismo trimestre, impulsados principalmente por la duplicación de las tarifas de servicios públicos.

En resumen, el gobierno de Milei continúa avanzando en la recomposición de precios relativos, lo que tendrá un impacto significativo en la economía y en los hogares argentinos. Sin embargo, este proceso también ha generado preocupación por el deterioro del salario real y por el aumento de los costos para los consumidores.