Si alguna vez te has preguntado sobre los orígenes de Donald Trump y su familia, el camino comienza con su abuelo Friedrich Drumpf, un inmigrante alemán que llegó a Estados Unidos a finales del siglo XIX. Su historia es fundamental para entender no solo el ascenso de Donald Trump a la presidencia, sino también las tensiones raciales y políticas que marcaron a su familia durante generaciones.
Friedrich Drumpf llegó a Nueva York en 1885, a los 16 años, sin hablar inglés y con pocos recursos. Su vida en Alemania había sido difícil, y la muerte de su padre lo obligó a emigrar. Tras un breve paso por diferentes trabajos, Friedrich encontró su fortuna en los negocios de entretenimiento y luego se dedicó a la hotelería. Sin embargo, lo que muchos no saben es que su paso por Estados Unidos estuvo marcado por una serie de controversias, incluyendo su vínculo con el Ku Klux Klan en la década de 1920.
En 1927, cuando su hijo, Fred Trump (padre de Donald Trump), era aún joven, Friedrich Trump fue arrestado en una pelea con miembros del Ku Klux Klan en el barrio de Queens, Nueva York. Este episodio oscuro quedó registrado en los archivos del New York Times, aunque la familia Trump intentó ocultar su relación con este grupo extremista. No obstante, este incidente no fue el único indicio de actitudes discriminatorias dentro de la familia Trump.
En los años 70, Fred Trump y su hijo Donald enfrentaron una demanda por discriminación racial cuando se negaron a alquilar propiedades a personas de color. Esta actitud racista fue una constante a lo largo de la historia familiar, a pesar de los intentos de Donald Trump de distanciarse de sus raíces alemanas y afirmarse como de origen sueco. De hecho, en varias entrevistas, Donald Trump negó rotundamente que su familia fuera de origen alemán, a pesar de las pruebas documentales que demostraban lo contrario.
La historia de los Trump refleja una contradicción: mientras Donald Trump defendió políticas migratorias restrictivas durante su presidencia, su propio abuelo llegó a Estados Unidos gracias a las políticas migratorias más abiertas de la época. Si las restricciones migratorias que Donald Trump promovió hubieran estado vigentes en el momento de la llegada de sus antepasados, su familia probablemente nunca habría pisado suelo estadounidense.
Este relato no solo pone en evidencia las tensiones raciales y migratorias en la historia de la familia Trump, sino que también invita a reflexionar sobre el legado de sus antepasados y su influencia en las decisiones políticas de Donald Trump. De hecho, muchos de los comentarios y actitudes de Donald Trump a lo largo de su carrera parecen estar profundamente conectados con esa historia familiar, que combina la lucha por el ascenso económico con una visión controversial sobre la raza y la identidad.
Así que, aunque Donald Trump ha intentado distanciarse de su herencia alemana, su familia sigue siendo el reflejo de una historia llena de contradicciones, luchas de poder y tensiones raciales. El camino de los Trump hacia el poder en Estados Unidos es una historia de determinación, pero también de controversias que siguen siendo relevantes hasta el día de hoy.
