El debate sobre la implementación de la Boleta Única de Papel en PBA genera incertidumbre y urgencia en la organización de las próximas elecciones en la provincia de Buenos Aires. La reciente advertencia del juez federal con competencia electoral, Alejo Ramos Padilla, refleja la complejidad del escenario político y logístico que deben afrontar las autoridades.
En un escrito reciente, Ramos Padilla subrayó las dificultades que trae aparejada la transición al nuevo sistema. Con tres posibles modalidades de convocatoria –simultaneidad, concurrencia o desdoblamiento–, el magistrado enfatizó la necesidad de decisiones administrativas y políticas inmediatas para evitar la saturación del proceso electoral. Además, la posible eliminación de las PASO a nivel nacional suma más interrogantes.
Las elecciones bajo la Boleta Única implican cambios sustanciales en infraestructura, capacitación y logística. En particular, se necesitarán más autoridades de mesa, delegados judiciales y espacios para el manejo de urnas. Esto podría duplicar los recursos necesarios comparados con comicios anteriores, según el juez.
En la provincia de Buenos Aires, las elecciones implican movilizar más de 14 millones de votantes distribuidos en 40.000 mesas. Para el magistrado, adoptar la simultaneidad entre elecciones nacionales y provinciales simplificaría la logística, mientras que la concurrencia –que combina sistemas distintos en un mismo día– y el desdoblamiento –con fechas separadas– generarían complejidades adicionales.
Por ejemplo, la concurrencia demandaría que las autoridades de mesa gestionen tanto el talonario de Boleta Única como las boletas partidarias tradicionales, lo que incrementaría el margen de error. El desdoblamiento, por otro lado, sería el escenario más costoso y desafiante, dado que requeriría coordinar hasta cuatro procesos electorales distintos.
En reuniones convocadas por Ramos Padilla en La Plata, se destacó la necesidad de contar con decisiones claras por parte del gobernador Axel Kicillof. El gobierno provincial ya mostró disposición para colaborar, comprometiéndose a habilitar espacios como el Pasaje Dardo Rocha y a realizar pruebas de transmisión en escuelas para el escrutinio provisorio. Sin embargo, la falta de definiciones dificulta avanzar en la planificación.
La implementación de la Boleta Única de Papel marca un cambio profundo en la forma de votar, pero también en cómo se organizan las elecciones. Para Ramos Padilla, es crucial anticipar decisiones que fortalezcan el proceso, garantizando que el sistema sea ágil y transparente. Además, advirtió que cualquier retraso podría comprometer la calidad del comicio y generar tensiones innecesarias.
Con un calendario electoral avanzado, las definiciones sobre la modalidad y los recursos necesarios son una prioridad. En definitiva, el éxito de las elecciones en la provincia de Buenos Aires dependerá de la capacidad de sus actores para sortear estos desafíos y garantizar que el cambio al sistema de Boleta Única sea una mejora real para la democracia.