La cumbre sobre el clima COP28, celebrada en Abu Dhabi, concluyó con un acuerdo que fue definido como "viable" por sus defensores, pero que no satisface a los activistas climáticos.
El texto final del acuerdo no menciona explícitamente la eliminación gradual de los combustibles fósiles, una demanda clave de los países más afectados por el cambio climático.
John Kerry, enviado para el clima de Estados Unidos, reconoció que "a mucha gente le hubiera gustado un lenguaje más claro" sobre este tema, pero dijo que el acuerdo fue un "compromiso entre muchas partes".
Las pequeñas naciones insulares, que están entre las más amenazadas por el cambio climático, expresaron su decepción con el acuerdo. Anne Rasmussen, negociadora principal de Samoa, dijo que "no se ha logrado la corrección de rumbo que se necesita".
La ministra de Asuntos Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, dijo que el acuerdo de la COP28 era "sólo el punto de partida" para la Unión Europea.
Más de cien países reclamaron sin éxito que se mencionara explícitamente la eliminación gradual de los combustibles fósiles en el texto final.