El secretario de Asuntos Estratégicos de la Presidencia, Gustavo Beliz, por caso, se reunió con Jack Sullivan, principal asesor de la Casa blanca en temas de Seguridad Nacional y máxima autoridad del Consejo de Seguridad Nacional de los Estados Unidos.
“Tema totalmente superado del que no se habló estos días”, dicen en el Gobierno cuando se les consulta por cómo cayeron en EEUU los dichos del presidente Alberto Fernández, días antes de la invasión de Rusia a Ucrania, cuando en Moscú le ofreció a Vladimir Putin que Argentina sea la puerta de entrada a la región.
“La relación bilateral con EEUU está muy bien, el vínculo es muy bueno. Es la continuidad de lo que venimos trabajando. Sullivan ayudó mucho en el proceso de normalización financiera y la relación con Juan González (director Principal del Consejo para el Hemisferio Occidental) y siempre es positiva y constructiva, fluye normalmente”, destacaron fuentes oficiales.
Las fuentes aseguran también que no hay roces por Venezuela y que si bien está cruzada por la guerra, “hoy, la agenda es productiva”. También restaron importancia a que Guzmán no se sumara al boicot de algunos países del G7 que se levantaron del plenario de G20 cuando hablaron los delegados rusos.
Con el acuerdo ya cerrado, el FMI no centralizó las conversaciones que mantuvieron los funcionarios del ala política del Gobierno en Washington. No se habló tampoco de las revisiones y los números finos, donde está el eje de las discusiones que tiene Guzmán por estas horas con el Fondo: en el organismo que preside Georgieva hablan de “recalibraciones” mientras que en el palacio de Hacienda prefieren usar el concepto de “repriorización”. Una batalla semántica que no parece importar mucho en el edificio de la calle 19, a pocas cuadras de la Casa Blanca, donde funciona el FMI.
Parte de esa agenda estratégica productiva bilateral se trató en la última visita de Sullivan a la Argentina, meses atrás, con foco en la economía del conocimiento, el litio, satélites y, claro, la energía. También hay otra pata de la relación que tiene que ver con el rol de EEUU en el contexto multilateral del organismo de crédito. Allí, los temas son inteligencia artificial, pymes 4.0, reconversión laboral, nuevas tecnologías, educación y cambio climático. De este último punto hablaron Beliz y John Kerry, exvicepresidente de Barack Obama, y responsable de los temas de cambio climático en el gobierno de Biden. La agenda se completa con dos pilares: seguridad energética y seguridad alimentaria.
El Gobierno hace hincapié en el cambio radical que hubo con la llegada de Biden a la Casa Blanca. Los funcionarios señalan que el vínculo es mucho más fluido que con Trump. En ese punto, fuentes consultadas, celebraron que el vínculo entre EEUU y Venezuela, que generó la crisis energética y de precios del petróleo en medio de la guerra, avance y que, además, sea México el “intermediario” y no la Argentina.
La Cumbre de las Américas, que se hará en Los Ángeles a comienzos de junio y estará cruzada por la guerra, será otro termómetro de la relación bilateral de Argentina y EEUU.