Expertos en seguridad advierten que Europa se encuentra en una situación cada vez más peligrosa debido a la creciente amenaza rusa y la disminución de la fiabilidad estadounidense. La escalada de tensiones se ve exacerbada por la agresión del presidente ruso Vladimir Putin y la incertidumbre sobre el compromiso de Estados Unidos con la defensa europea.
El asesinato de Alexei Navalny, principal líder de la oposición rusa, ha dejado en evidencia la crueldad y violencia del régimen de Putin. Con Rusia ganando terreno en Ucrania y aumentando su gasto en defensa, existe la preocupación de que Putin esté preparando operaciones híbridas contra países bálticos, desafiando la promesa de defensa mutua de la OTAN.
La disuasión occidental se ve debilitada por la falta de apoyo estadounidense y la incertidumbre sobre la postura futura de Estados Unidos hacia Europa. Incluso si Joe Biden es reelegido, la tendencia del Partido Republicano hacia una menor implicación en Europa plantea desafíos para la alianza transatlántica.
La situación militar de Europa revela una dependencia significativa de la OTAN y deficiencias en la capacidad de combate. Se necesita urgentemente un aumento en el gasto en defensa, así como una reestructuración de las industrias armamentísticas europeas para hacer frente a las nuevas amenazas.
Los líderes europeos deben abordar estas preocupaciones de manera proactiva, aumentando su capacidad de combate y fortaleciendo su papel dentro de la OTAN. Con la creciente incertidumbre geopolítica, Europa se enfrenta a decisiones difíciles pero necesarias para garantizar su seguridad a largo plazo.