Durante la reunión de cancilleres del G20 en Río de Janeiro, el ministro de Relaciones Exteriores del Reino Unido, David Cameron, confrontó a su homólogo ruso, Sergei Lavrov, por la muerte del opositor Alexei Navalny, afirmando que "Rusia tendrá que pagar" por sus acciones.
Cameron aprovechó el encuentro para criticar también la invasión rusa a Ucrania y calificó el asesinato de Navalny como una violación flagrante de los derechos humanos y la soberanía nacional.
En la cumbre, representantes de otros países como Estados Unidos, Australia, Canadá, Alemania, Italia, Francia y Noruega se sumaron a las críticas hacia Rusia, enfatizando la necesidad de responsabilizar al gobierno ruso por sus acciones.
Según informes, Lavrov desestimó las acusaciones de Cameron y otros ministros, calificándolas de "inventadas" y refutando las acusaciones de asesinato contra el Kremlin.
En respuesta a la muerte de Navalny, el Reino Unido anunció nuevas sanciones contra los responsables de la prisión donde murió el opositor, siendo el primer país en imponer medidas punitivas en este sentido.
Fuentes:
LaMovidaPlatense.com.ar, VisionPolitica.info, NoticiasEnsenada.info, CriticaArgentina.com.ar, PrimeraPagina.info