La escalada de violencia en la Franja de Gaza no se detiene, y el Comité para la Protección de Periodistas (CPJ) ha confirmado la trágica noticia de que al menos 31 periodistas han perdido la vida en medio del fuego cruzado en Palestina, Israel y partes del Líbano. Estos datos provienen de un informe reciente publicado por la organización, y pintan un panorama sombrío del peligro que enfrentan los profesionales de la prensa que cubren el conflicto.
La mayoría de estas trágicas muertes ocurrieron durante los bombardeos israelíes en respuesta a los ataques del movimiento islamista palestino Hamas en territorio israelí. Según el comunicado del CPJ, 26 periodistas palestinos perdieron la vida en Gaza. Además, cuatro periodistas israelíes murieron durante los ataques extremistas en Israel el 7 de octubre, y un periodista libanés perdió la vida cerca de la frontera debido a un proyectil disparado desde Israel.
El conflicto también ha dejado a ocho periodistas heridos y nueve más están desaparecidos o detenidos en medio de la brutalidad de la guerra. Este es el balance más mortífero para los periodistas que cubren conflictos desde que se fundó el CPJ en 1992.
La organización ha publicado una lista con los nombres de las víctimas y ha señalado que la información se basa en datos recopilados de fuentes en la región y en informes publicados por los medios. No obstante, se están realizando investigaciones adicionales para confirmar la situación de otros periodistas.
El CPJ también ha destacado el "riesgo particularmente alto" al que se enfrentan los periodistas en la Franja de Gaza. Dada la falta de acceso a través de Egipto y el bloqueo israelí, en esta zona solo se encuentran periodistas palestinos, que suministran imágenes e información a los medios internacionales. Además, deben enfrentar los bombardeos y las operaciones terrestres del ejército israelí, lo que los coloca en una situación precaria.
La difícil situación en Gaza se agrava aún más debido al limitado suministro de agua y la interrupción del acceso a Internet durante tres días, que se restableció el lunes por la noche. La violencia en la región ha generado una creciente preocupación a nivel internacional, y organizaciones como el CPJ siguen instando a un cese inmediato de las hostilidades para proteger la vida de los civiles y los periodistas.