VISIÓN POLÍTICA

Tras recibir una inesperada goleada en contra en el clásico contra Estudiantes, Gimnasia recibió otro cachetazo este lunes, cuando cayó 1 a 0 ante Rosario Central por la novena fecha de la Liga Profesional.

Con esta derrota, el equipo de Méndez sumó el cuarto traspié en 20 días y experimenta una caída estrepitosa en el segundo semestre de competencia.

En un primer tiempo aburrido y chato para los dos equipos, igualmente no faltaron las ocasiones de gol para el Lobo y el Canalla. Por el lado del conjunto albiazul, un remate de Benjamín Domínguez que despejó Jorge Broun, una aparición por el segundo palo de Juan de Dios Pintado que se apuró y remató mal como así también un tiro libre de David Zalazar fueron las chances más importantes.

En el complemento, el Lobo fue el que siguió siendo el dominador del partido pero le costaba (y le costó) la puntada final. Otro remate de Domínguez y una excelente atajada de Broun fue el primer acercamiento y tras ese córner, el ex arquero albiazul se volvió a lucir para ahogarle el grito a Juan Cruz Cortazzo que había ganado en el aire. A partir de allí, volvió a tener otros ataques pero que no pudo finalizar mientras que a Central no le cobraron un penal a Marco Ruben.

Encima cuánto faltaban diez minutos, Cortazzo pierde una pelota en mitad de cancha, el equipo queda muy mal parado y tras una pelota a Enzo Copetti, el delantero centra al medio para que Tomás O’Connor remate en el área. Aunque el disparo fue muy flojo, el balón se le escurrió a Marcos Ledesma y los rosarinos pusieron el 1-0.

En esos minutos finales, solo quedó tiempo para la desesperación de un Gimnasia que sintió el golpe, no encontraba los caminos y encima el debutante Juan Cruz Esquivel fue expulsado por doble amarilla. Así el Lobo volvió a perder, en el final hubo silbidos al equipo e insultos a la Comisión Directiva y sigue sin levantar cabeza.