La Policía Federal de Brasil cerró la investigación sobre un intento de golpe de Estado vinculado al triunfo de Lula. La pesquisa, que abarca la planificación de su asesinato, implicó a 37 personas, entre ellas Fernando Cerimedo, dueño de La Derecha Diario, acusado de liderar milicias digitales para propagar desinformación. El proceso judicial podría implicar penas de hasta 30 años de prisión.
El caso involucra a figuras prominentes como Jair Bolsonaro, acusado de intentar abolir el orden constitucional, y generales cercanos a su gobierno, como Walter Braga Netto y Augusto Heleno. El informe, de 884 páginas, fue entregado a la Corte Suprema y podría generar repercusiones en la justicia argentina, donde Cerimedo también enfrenta acusaciones similares.
Según la Policía Federal, Cerimedo usó herramientas digitales para amplificar la idea de un fraude electoral y fomentar la resistencia contra las autoridades brasileñas. Además, se le señala como parte de la "Oficina del Odio", un grupo dedicado a difundir noticias falsas sobre el sistema de votación.
El grupo investigado se centró en la desinformación relacionada con las elecciones de 2022. Utilizó múltiples plataformas para promover la idea de que las elecciones fueron fraudulentas y fomentar una intervención militar. La estrategia incluía videos manipulados y ataques al sistema de votación electrónica.
El proceso judicial se encuentra ahora en manos de los fiscales, quienes decidirán si formulan cargos contra los acusados, incluyendo a Cerimedo. El caso podría resolverse en marzo de 2024, y la Corte Suprema brasileña podría dictar sentencia en el segundo semestre de 2025. La situación podría tener implicaciones para la política argentina, donde Cerimedo también enfrenta investigaciones.
Este golpe de Estado fallido estuvo marcado por un complot que incluía un intento de asesinato de Lula y la creación de un entorno para una intervención militar. Cuatro militares fueron detenidos por planear el envenenamiento del presidente y su vicepresidente, Alckmin.
