Recientemente, el libro Le Club des enfants perdus de Rebecca Lighieri, seleccionado para el Goncourt de los Liceos, ha desatado una ola de críticas en Francia. La obra, destinada a estudiantes de secundaria, incluye escenas de contenido explícito, como sexo anal, incesto y suicidio, lo que ha generado fuertes reacciones de padres y asociaciones de defensa de los menores. Estos sectores consideran inapropiado que una obra de estas características sea recomendada a jóvenes de entre 14 y 18 años.
El contenido del libro, que también hace referencias a la cultura del Club de los 27 y describe el suicidio de la protagonista, ha causado malestar en varios padres. Una madre, al leer uno de los pasajes explícitos en voz alta, fue confrontada por el director de la escuela, quien no pudo negar la inadecuación del texto. La situación pone en evidencia las tensiones entre la libertad educativa y la protección infantil.
La ministra de Educación de Francia, Anne Genetet, trató de calmar las críticas, asegurando que los profesores son responsables de mediar en la lectura de los textos y que los estudiantes pueden optar por no leer la obra si así lo desean. Esta postura ha sido comparada con las declaraciones del ministro argentino Alberto Sileoni, quien en el pasado defendió la lectura de obras controvertidas bajo la supervisión de docentes, a pesar de las objeciones de los padres.
El Goncourt de los Liceos tiene como objetivo fomentar la lectura entre los jóvenes, pero este caso pone en duda la adecuación de ciertos textos para un público tan joven. A pesar de las críticas, sectores progresistas defienden el valor literario de la obra, argumentando que las escenas explícitas forman parte de un enfoque artístico y narrativo que debe ser abordado desde la pedagogía.
El debate sobre la literatura adecuada para menores no es exclusivo de Francia. En Argentina, situaciones similares han generado polémica en torno a los libros seleccionados para la educación secundaria. En ambos casos, la tensión entre la libertad pedagógica y los derechos de los padres se vuelve un tema central de discusión.
El escándalo en torno a Le Club des enfants perdus ha puesto en tela de juicio el proceso de selección de libros para el Goncourt de los Liceos. Aunque el premio busca acercar a los jóvenes a la literatura contemporánea, las críticas sobre la naturaleza de algunos textos podrían impulsar una revisión del criterio de selección en futuras ediciones.