La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, anunció un acuerdo migratorio histórico con Albania, diseñado para gestionar los crecientes flujos migratorios en el Mediterráneo. La medida ha suscitado controversia en la Unión Europea, ya que permite el traslado de inmigrantes rescatados en el mar por barcos italianos a centros de asilo en Albania.

En compañía del primer ministro de Albania, Edi Rama, ambos líderes firmaron el acuerdo que contempla la creación de dos centros en Albania, con capacidad para albergar hasta 3.000 personas. La medida se lleva a cabo en un momento en que Italia enfrenta una presión migratoria significativa, con más de 100,000 personas llegando a sus costas a lo largo de 2023.

Italia e Albania oggi firmano un importante protocollo d'intesa che si pone gli obiettivi di contrastare il traffico di esseri umani e prevenire i flussi migratori irregolari. Uno storico accordo per il quale voglio ringraziare il Primo Ministro @ediramaal e l’intero governo… pic.twitter.com/1EhVUMfHGn

— Giorgia Meloni (@GiorgiaMeloni) November 6, 2023

Giorgia Meloni defendió el acuerdo, afirmando que la inmigración ilegal masiva es un fenómeno que ningún Estado miembro de la UE puede enfrentar por sí solo y que la colaboración entre los Estados europeos es crucial. Sin embargo, la oposición izquierdista en Italia cuestiona la medida, argumentando que va en contra de las normas internacionales y compara los centros de asilo en Albania con la prisión de Guantánamo.

El protocolo se aplica específicamente a los inmigrantes rescatados en el Mediterráneo por barcos italianos, como los de la Marina y la Guardia Costera, excluyendo a las organizaciones no gubernamentales. La Unión Europea evaluará la admisibilidad del acuerdo, ya que se considera que para su implementación en la práctica, Albania tendría que ceder parte de su territorio a Italia.

Mientras algunos críticos consideran que el acuerdo refleja una política de externalización de las fronteras europeas hacia terceros países, la primera ministra Meloni se muestra optimista y espera que este acuerdo se convierta en un modelo de cooperación entre la UE y países no pertenecientes a la UE en la gestión de los flujos migratorios. La medida destaca la complejidad del problema migratorio que enfrenta Italia y busca aliviar la presión migratoria que el país ha experimentado en los últimos años.