La cúpula de la seccional Provincia de Buenos Aires de UPCN atraviesa días difíciles. La salud del líder de los estatales Carlos Quintana parece haberse complicado en las últimas semanas y eso podría alejarlo de la conducción del gremio.
El escenario abre un enorme interrogante sobre lo que puede suceder en el sindicato que conduce Quintana hace nada menos que 37 años. Y la situación se agrava aún más si se tiene en cuenta que el gremio ya había entrado en un proceso eleccionario que debía concluir en menos de dos meses. Ahora se pone en duda la lista de unidad que lleva a Quintana como candidato a Secretario General.
La complejidad del proceso sucesorio se explica en el modo de construcción política de Quintana. Donde nunca hubo un sucesor natural. Por el contrario, el líder gremial se ocupó de lotear el poder en varios dirigentes que hoy se ven en condiciones de pelear por la conducción del gremio.
"No hay chances de evitar una dispersión después de una conducción gremial tan centralizada y de tantos años", dijo una fuente legislativa con contactos con el gremio.
La posibilidad que Quintana deba dejar la conducción del gremio que controla hace 37 años, abre un complejo proceso sucesorio a dos meses de una elección de lista única que iba a consagrarlo para un nuevo mandato.
Varias fuentes con conocimiento de la dinámica del sindicato de estatales afirman que por debajo de Quintana aparecen tres líneas fuertes.
Una de ellas tiene como asiento el Instituto Cultural de la provincia. El líder es Diego Rétola y es el elegido por Quintana para sentarse en la mesa paritaria junto a ministros del gobierno y otros líderes sindicales. Se sabe que Rétola tiene aspiraciones de conducir el gremio.
A esa línea interna pertenece además Fabiola Mosquera que ocupa el lugar de Secretaria General Adjunta en la lista que circuló en el ámbito gremial y que como se dijo encabeza Quintana.
La segunda línea interna está liderada por David Quintana Murta, el hijo del líder de UPCN que tiene 35 años de edad y apenas uno de antigüedad en el Estado provincial.
Fuentes gremiales de la capital provincial aseguran que estas dos líneas podrían a llegar a un acuerdo para conformar un fuerte polo de poder dentro del sindicato.
La tercera línea está liderada por Hernán Rossi, quien fuera secretario del interior de UPCN Buenos Aires. Según Mundo Gremial -un sitio web especializado en información sindical- el dirigente analiza la presentación de una lista y sería el principal opositor al actual armado oficialista.
Un corrimiento de Quintana de la jefatura del gremio abre un mar de especulaciones en el ámbito sindical no solo de la provincia, sino también a nivel nacional. Es que Quintana es el secretario adjunto del gremio nacional. Es decir, el número dos de Andrés Rodríguez, un hombre fuerte de la CGT.
Rodríguez y Quintana mantienen desde hace años una relación tensa pero no beligerante. Existe un pacto entre caballeros por el cual, Rodríguez debe mantenerse al margen de UPCN Buenos Aires.
Pero este pacto es solo aplicable a Quintana y pierde efecto con un eventual sucesor. Por eso, en el arco gremial de la provincia aseguran que Rodríguez ya está moviendo sus fichas para poner un pie en la provincia.
La complejidad del proceso sucesorio se explica en el modo de construcción política de Quintana. En UPCN nunca hubo un sucesor natural y por el contrario, el líder gremial se ocupó de lotear el poder en varios dirigentes que hoy se ven en condiciones de pelear por la conducción del gremio.
"No soy un delincuente. Me gané el loto". Esa es la frase que en La Plata aparece en las mesas de café del mundo gremial y político. Una expresión quizás comparable con la Luis Barrionuevo y esa polémica sugerencia hacia el interior de la clase política.
El episodio de Quintana sucedió en 2011 cuando fue demorado en la estación de Buquebus por un supuesto intento de contrabando de divisas hacia Uruguay. "Yo me gané el loto en 1998. Me gané 3,5 millones de dólares. Tengo derecho al esparcimiento", dijo el sindicalista.
Al frente de la seccional Buenos Aires de UPCN desde 1985, Quintana también incursionó en la política. Fue diputado provincial en 2005 a partir de una alianza con el ex intendente de La Plata, Pablo Bruera. Aunque en 2017 también sería un aliado del kichnerismo en la capital provincial. Eran años donde el peronismo estaba afuera del poder y Quintana podía aportar recursos para la campaña.
El líder de UPCN supo ser un aliado de los gobernadores de turno. En los últimos años, Daniel Scioli y María Eugenia Vidal mantuvieron contacto fluido con el dirigente.
Eso llegó a su fin con el desembarco de Axel Kicillof en la provincia, quien le facturó la alianza que mantuvo con la ex gobernadora. Una anécdota que todavía recuerdan en La Plata tiene que ver con una serie de regalos que Quintana hizo llegar al Gobernador y sus ministros el mismo día que ocuparon los despachos de la Casa de Gobierno. Ese mismo día, Kicillof ordenó a todo su gabinete devolver los paquetes tal como estaban. Sin abrir.
Aun así, la fuentes del gobierno provincial afirman que Quintana mantuvo reuniones de trabajo con Kicillof y que siempre participó y firmó las paritarias con el sector estatal. "Es un vínculo correcto", explican desde Casa de Gobierno.
La alianza fuerte del Gobernador en términos gremiales es con ATE y la CTA. El líder de los estatales es Oscar de Isasi y por la CTA el docente Roberto Baradel. Ambos se sientan en la primera fila en todos los actos de gobierno. Fuente: lapoliticaonline.com
Fuentes:
LaMovidaPlatense.com.ar, VisionPolitica.info, NoticiasEnsenada.info, CriticaArgentina.com.ar, PrimeraPagina.info
