A partir del próximo año, los estudiantes de 15 y 16 años de Inglaterra, Gales y Escocia podrán optar a cursar la lengua de señas británica (BSL) como asignatura de GCSE. El plan de estudios, de dos años de duración, incluirá al menos 750 signos y estará diseñado para estudiantes sin conocimientos previos de la lengua.
La inclusión del BSL en el plan de estudios de GCSE es un hito importante para la comunidad sorda del Reino Unido. El BSL es la lengua materna de aproximadamente 150.000 personas en el país, pero hasta ahora no había sido reconocido como una materia de estudio oficial.
La iniciativa fue impulsada por el estudiante Daniel Jillings, quien nació sordo y lleva años luchando por que el BSL sea reconocido como una lengua completa y legítima. Jillings ha sido una figura clave en la campaña, y su trabajo ha sido fundamental para que el gobierno británico aprobara finalmente la medida.
La incorporación del BSL al plan de estudios de GCSE es un paso importante para la inclusión de las personas sordas en la sociedad británica. El BSL es una lengua rica y compleja, y su enseñanza en las escuelas ayudará a que más personas puedan comunicarse con la comunidad sorda y a que se entienda mejor su cultura.