Mientras una gran parte de los intendentes bonaerenses respaldaron la última declaración de Cristina Fernández de Kirchner sobre el manejo de los planes sociales, el líder del Frente Patria Grande, Juan Grabois, cruzó a Martín Insaurralde con una ironía: "La tradición intendentil argentina es ejemplo mundial de transparencia".
Se siguen generando repercusiones de lo que fue el último acto de la vicepresidenta en Avellaneda, en donde hizo nuevas críticas al gobierno nacional, pero en especial a los movimientos sociales. Planteó la idea de que los mismos "tercerizan" los planes sociales y que "no generan trabajo genuino".
Estas declaraciones tuvieron respuestas de varios movimientos sociales, entre ellos el de Evita, conducido por Emilio Pérsico y Fernando 'Chino' Navarro, ambos con puestos en el gobierno. Cristina Kirchner redobló la apuesta y al día siguiente recibió al intendente de Pehuajó, Pablo Zurro, para elevar una propuesta al ministerio de Desarrollo Social para transformar los planes sociales que hay en esa ciudad en trabajo.
Como contó Data Clave, esta curiosa propuesta de CFK, que ya viene trabajando el propio Juan Zabaleta con el Potenciar Trabajo, es una idea que coincide con la de parte del macrismo, en especial con las últimas declaraciones públicas del intendente de Lanús Néstor Grindetti, quien pidió que esos planes sean controlados por los jefes comunales.
La propuesta de Cristina Kirchner y Zurro fue apoyada por una gran cantidad de intendentes bonaerenses. Esta mañana el intendente de Ensenada, Mario Secco, declaró que "lo que ve Cristina es que más del 60% del ministerio de Desarrollo Social es manejado por los movimientos sociales”. "Lo que entra ahí es para los movimientos sociales y hay poca pelota a los intendentes. Es una realidad", se quejó.
En esa línea, el actual Jefe de Gabinete de Axel Kicillof, Martín Insaurralde, que llegó a ocupar el cargo luego de las PASO con el objetivo de mantener un diálogo fluido y constante con los 135 intendentes bonaerenses, aseguró que es unánime la aceptación del pase de los planes sociales a la órbita municipal entre los alcaldes del oficialismo y la oposición.
“Los programas sociales deben tener una contraprestación controlada por el Estado y el primer mostrador del Estado son los municipios. Esa es la esencia del planteo de Cristina Kirchner. Llegó la hora de debatir el Salario Universal como herramienta para combatir la desigualdad estructural”, enfatizó Insaurralde.
La propuesta también trajo duras respuestas del otro lado de la grieta peronista. Juan Grabois, líder del Frente Patria Grande, cruzó a Insaurralde por sus declaraciones y, en un tono claramente irónico, expresó en Twitter: "Querido Martín Insaurralde: la tradición intendentil argentina es ejemplo mundial de transparencia, trabajo honrado y lucha contra el clientelismo. Nunca una coima, nunca un puntero, nunca una zona liberada ni un narco".
Y agregó, en similar tono: "Creo que han encontrado la solución al gran problema del descontrol de los malévolos movimientos sociales, la solución a la pobreza estructural y a la creación de trabajo genuino".