Desde su elección como Papa Francisco el 13 de marzo de 2013, Jorge Bergoglio ha impulsado una serie de reformas que han transformado profundamente la Iglesia Católica. Su enfoque se ha centrado en la cercanía con los fieles, la lucha contra la corrupción y la inclusión de mujeres en roles importantes dentro del Vaticano, entre otras medidas. ¿Cómo estas reformas han impactado la estructura de la Iglesia y su relación con el mundo moderno? Aquí te contamos las claves.
Una de las reformas más destacadas del pontificado de Papa Francisco fue la transformación de la Curia Romana, el aparato administrativo del Vaticano. En 2022, con la publicación de la constitución apostólica Praedicate Evangelium, el Papa redefinió el rol de la Curia, orientándola hacia una Iglesia más descentralizada y misionera.
El Papa Francisco promovió una estructura más ágil, eliminando duplicaciones y dando un papel protagónico a las iglesias locales. Además, se permitió que laicos, incluidas mujeres, asumieran roles clave, como la dirección de dicasterios, una medida inédita en la historia de la Iglesia.
La transparencia financiera ha sido otro de los pilares del papado de Francisco. En sus primeros años, el Papa implementó auditorías dentro del Banco Vaticano y fortaleció el control sobre las inversiones y licitaciones. Estos esfuerzos apuntaban a erradicar la corrupción dentro de la administración vaticana, un cambio significativo en una institución históricamente opaca.
Además, Papa Francisco cerró miles de cuentas sospechosas en el Vaticano y creó una comisión para la protección de menores, reforzando su postura de "tolerancia cero" ante los abusos sexuales dentro de la Iglesia.
Un tema que ha generado gran interés durante el papado de Jorge Bergoglio es el empoderamiento de las mujeres dentro de la Iglesia Católica. A través de su reforma de la Curia, por primera vez mujeres laicas ocuparon cargos de relevancia, como la dirección de los Museos Vaticanos y la Oficina de Prensa del Vaticano. Papa Francisco ha reiterado en varias ocasiones su deseo de abrir más espacios para las mujeres en el Vaticano.
La diplomacia de Papa Francisco también ha sido transformadora, priorizando el diálogo con las periferias y con religiones no cristianas. A lo largo de su pontificado, ha visitado regiones marginadas y ha promovido el multilateralismo, como lo demuestra su mediación en el restablecimiento de relaciones entre Cuba y Estados Unidos.
Sin embargo, su acercamiento al islam y otros líderes religiosos no ha estado exento de desafíos. Su postura frente a conflictos internacionales, como la guerra en Ucrania, también ha generado tensiones, especialmente con la Iglesia ortodoxa rusa.
Las reformas de Papa Francisco han abierto un debate sobre el futuro de la Iglesia. Con la incorporación de cardenales jóvenes y provenientes de las periferias, Francisco asegura que las transformaciones continuarán incluso después de su pontificado, marcando un camino de mayor apertura y cercanía con los fieles.
En resumen, el papado de Papa Francisco ha redefinido la misión y la estructura de la Iglesia Católica. A través de su reforma de la Curia Romana, su lucha por la transparencia y su inclusión de mujeres en posiciones clave, ha dejado una huella profunda en la institución. Aunque no sin resistencias, las reformas de Jorge Bergoglio abren un nuevo capítulo en la historia del Vaticano.