En Córdoba, el PRO aguarda y define a agosto como "un mes taquillero", a la espera de los arribos del expresidente Mauricio Macri y del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Ambos, ya le hicieron saber a sus referentes cordobeses que el mes próximo estarán en territorio cordobés y comienzan a delinear estrategia y agenda.
Desembarcos a los que se puede sumar también el de la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, la dirigente nacional del espacio amarillo que más referentes perdió en la provincia mediterránea a manos de Larreta. Córdoba no fue ajena a la avanzada del alcalde porteño en contra de Emilio Monzó y Nicolás Massot; y el mensaje también llegó a la cuna del cambio.
"El aviso se entendió perfecto: Horacio avanzó y acá las pecheras se repartieron rápido. Nadie quiso quedar en el aire", sintetizó un hombre del espacio amarillo y agregó un ejemplo concreto: Oscar Agost Carreño, vicepresidente del PRO en Córdoba, de buena y necesaria relación con Larreta, y quien se despegó de Bullrich para acercarse al equipo del jefe de Gobierno porteño.
Y mientras todo esto se produce en la interna del mundo PRO, hacia afuera el mensaje cordobés es de coordinación y autonomía con respecto a sus relaciones con el senador Luis Juez y con los radicales. Estrategia que se produce con el objetivo de muscular con nombres propios atentos a las dos escalas electorales del año próximo: la disputa provincial; pero, sobre todo, la definición nacional.
Si todo se mantiene encaminado rumbo a una Paso dentro de Juntos, el PRO apuesta a que los amarillos cordobeses vayan sumando insumos y músculo, independientemente de qué hagan Juez, Rodrigo de Loredo o Mario Negri.
Y un síntoma de esa falta de acuerdos hacia la interna de los socios cordobeses de Juntos se produjo en los últimos días con las fuertes críticas de los referentes locales a la política de seguridad del gobernador Juan Schiaretti. Las manifestaciones aisladas, el comunicado firmado por un grupo de legisladores provinciales radicales y el silencio del PRO fueron algunos de los síntomas que trajeron tranquilidad al Panal.
Espontánea coreografía del silencio, la manifestada por el PRO, que no obedeció a directivas nacionales de acuerdo con lo que sostienen en Córdoba. "Es cierto que el silencio fue elocuente y dejó aislado a Juez y un grupo de radicales, pero no hizo falta una orden desde Buenos Aires. ¿Esto quiere decir que se está de acuerdo con la Policía de Schiaretti? No, quiere decir que no es el momento de salir a cuestionarlo", dijo un hombre del PRO a este sitio.
Aquellos que están enrolados en el macrismo cordobés observan a un Juez desesperado, apurado y apuestan a cómo se enflaquecen los números en las encuestas para el senador.
A esto suman además la incomodidad de los radicales por las fuertes declaraciones de Juez en contra del diputado Facundo Manes. Y un hecho que evidenciará la actualidad de la relación entre el líder del Frente Cívico y la UCR se concretará el próximo martes cuando arribe a Córdoba el senador y extitular del radicalismo, Alfredo Cornejo.
El mendocino fue invitado por la diputada Soledad Carrizo a un encuentro en Alta Gracia con motivo del aniversario de la Revolución del Parque. Y la duda es si Juez asistirá a un encuentro de puro ADN radical.
Fuentes:
LaMovidaPlatense.com.ar, VisionPolitica.info, NoticiasEnsenada.info, CriticaArgentina.com.ar, PrimeraPagina.info