Alexei Navalni, el acérrimo crítico del presidente Vladimir Putin y figura emblemática de la oposición rusa, falleció esta mañana en la prisión de máxima seguridad IK-3, ubicada al norte del Círculo Polar Ártico. La noticia, confirmada por el Servicio Penitenciario Federal Ruso, ha conmocionado al mundo y avivado las llamas de la disidencia en Rusia.
Las circunstancias de su muerte aún no se han esclarecido. Según el comunicado oficial, Navalni se desplomó durante una caminata matutina y, a pesar de la intervención médica, no pudo ser reanimado. Se ha abierto una investigación para determinar las causas del deceso.
Navalni, de 47 años, cumplía una condena de 19 años por cargos considerados por muchos como políticamente motivados. Su encarcelamiento se produjo tras su regreso a Rusia en 2021, luego de recuperarse de un envenenamiento con un agente neurotóxico del que responsabilizó al gobierno de Putin.
El líder opositor era conocido por sus investigaciones sobre la corrupción del régimen y por su capacidad para movilizar a miles de personas en protestas antigubernamentales. Su muerte representa un duro golpe para la oposición rusa y un enigma que ensombrece aún más el panorama político del país.